Keyshawn Davis no parecía, al menos públicamente, comprender el daño que le había hecho a su carrera el viernes.

El ex campeón mundial de peso ligero de la OMB sonreía, posaba y hablaba como si el espectáculo fuera a continuar, a pesar de que había superado el peso pactado por 4.3 libras. “El Hombre de Negocios” creía, quizá con razón, que Edwin De Los Santos de todos modos habría peleado con él la noche del sábado.

Davis, después de todo, había seguido adelante con su combate contra un oponente, Gustavo Lemos, que en su momento pesó 6.4 libras por encima del máximo permitido para su pelea de peso ligero, la última vez que encabezó una cartelera en su ciudad natal. El promotor de De Los Santos, Sampson Lewkowicz, sorprendió a muchos, sobre todo a Davis, al retirar al zurdo dominicano de lo que habría sido su primera pelea en 18 meses.

Lewkowicz sospechaba que Davis en realidad dejó de intentar bajar al límite de las 135 libras en cierto punto. El hecho de que Davis no avisara a nadie de la promotora que estaba muy por encima del peso hasta que llegaron al pesaje el viernes, le cayó muy mal a Lewkowicz y lo llevó a priorizar la seguridad de De Los Santos por encima del dinero extra que habría recibido.

La cancelación le costó a Davis, de 26 años, más de un millón de dólares entre la bolsa que iba a cobrar y una parte de la taquilla.

Se esperaba una multitud de más de 10.000 personas en el Scope Arena, en el centro de Norfolk, por segunda vez desde el 8 de noviembre. Davis (13-0, 9 nocauts, 1 nulo) comenzó la semana de la pelea como campeón mundial en una división llena de combates interesantes, era un espectáculo tanto por su estilo como por su forma de promocionarse, y uno de los pocos boxeadores estadounidenses que realmente venden boletos.

Su enfoque destructivo para dar el peso, de repente, le arrebató su título, una bolsa de siete cifras, otro evento estelar en su ciudad natal y todo el impulso que había construido al destruir a Lemos y al ex campeón mundial de peso ligero de la OMB, Denys Berinchyk, en combates consecutivos. Aficionados frustrados condenaron al medallista de plata olímpico de 2021 por no mostrar más remordimiento, aunque Davis sí se mostró arrepentido en privado.

Sin inmutarse, Davis logró inexplicablemente empeorar la situación la noche del sábado al confrontar a su rival Nahir Albright en su vestuario, después de que este venciera por decisión mayoritaria a su hermano mayor, Kelvin Davis, en una pelea de 10 asaltos en el peso superligero.

Albright dijo a un grupo de reporteros, tras el altercado, que Keyshawn le “dio un cabezazo”, lo que le provocó un visible chichón en el lado derecho de la frente. Albright, quien perdió por decisión mayoritaria ante Keyshawn en octubre de 2023, también comentó que él y su equipo considerarían tomar acciones legales contra Davis.

Si a la Comisión de Boxeo, Artes Marciales Mixtas y Lucha Libre Profesional de Virginia realmente le importa exigir profesionalismo en sus eventos, al menos debería multar y/o suspender a Davis por sus acciones, especialmente por las del sábado por la noche. Aunque es común que los boxeadores cambien de categoría de peso con el tiempo, el incidente en el vestuario de Albright es imperdonable y provocó otro altercado en el pasillo que podría haber causado lesiones a personas inocentes.

Con todo lo que tenía a su favor, uno pensaría que un boxeador apodado “El Hombre de Negocios” sabría comportarse mejor.

La forma en que se comporta Abdullah Mason nunca destacó tanto como durante las catastróficas 36 horas que vivió Keyshawn Davis el viernes y el sábado en su ciudad natal de Norfolk.

En medio de toda la controversia, el respetuoso Mason, maduro más allá de sus 21 años, siguió comportándose con profesionalismo dentro y fuera del ring. Aceptó con gusto pasar al evento principal una vez que se canceló Davis-De Los Santos, se encargó debidamente del venido a menos Jeremia Nakathila al golpear al potente noqueador namibio, y transmitió de manera efectiva mensajes a posibles rivales antes y después de su combate, sin caer en exageraciones.

El británico de pegada pesada Sam Noakes representaría un salto en el nivel de oposición para Mason, pero todo lo que ha demostrado desde que fue derribado dos veces en el primer asalto por Yohan Vasquez hace siete meses indica que este precoz contendiente está listo para ese tipo de pelea.

Se espera que la OMB ordene próximamente un combate entre Noakes (17-0, 15 nocauts), su contendiente número 1, y Mason (19-0, 17 nocauts), clasificado en segundo lugar, por el título mundial de peso ligero que Davis dejó vacante al no dar el peso.

Vasiliy Lomachenko muy probablemente será incluido en el Salón de la Fama en su primer año de elegibilidad, ya que ha mantenido el respeto de los votantes.

El zurdo ucraniano ganó dos medallas de oro olímpicas y títulos mundiales en tres divisiones. Este técnico magistral también cautivó a sectores de los aficionados por su altísimo coeficiente boxístico, su casi impecable juego de pies, y por la forma en que conectaba y esquivaba golpes como pocos de sus contemporáneos podían hacerlo.

Sin embargo, el anuncio de su retiro el jueves dejó la sensación de que su carrera profesional quedó algo incompleta.

Lomachenko boxeó solo 21 veces en 11 años como profesional. Superó a otro zurdo de gran nivel, Gary Russell Jr., apenas en su tercera pelea profesional, pero más adelante perdió dos combates de campeonato mundial a 12 asaltos ante rivales de élite como Teofimo Lopez y Devin Haney.

Ambas peleas fueron muy competitivas y Lomachenko (18-3, 12 nocauts) era considerado un peso ligero pequeño. Aun así, dos de sus victorias más destacadas fueron contra un boxeador que ya había sido noqueado tres veces (Jorge Linares) y contra otro doble medallista olímpico que no tenía nada que hacer en el mismo ring con Lomachenko en la división de peso supergallo (Guillermo Rigondeaux).

Tampoco pudimos verlo frente a varios rivales interesantes, aunque muchas veces eso no fue culpa de Lomachenko, especialmente en lo que respecta a Gervonta Davis. Una revancha con Orlando Salido, quien lo venció por decisión dividida en su segunda pelea profesional, tampoco llegó a concretarse.

Peleas como su fácil nocaut en el quinto asalto sobre el italiano Claudio Squeo, claramente superado, hacen poco más que inflar el récord perfecto de Jai Opetaia (28-0, 22 nocauts). El zurdo australiano parece ser la clase dominante en la división crucero, pero ya es hora de ver al campeón de The Ring y de la FIB al menos medianamente exigido. El promotor Eddie Hearn debería intentar atraer al ganador entre el campeón de la AMB/OMB, Gilberto Ramírez (47-1, 30 nocauts), y el excampeón de la AMB, Yuniel Dorticós (27-2, 25 nocauts), que pelearán el 26 de junio en Anaheim, California, para que enfrente a Opetaia a continuación. Squeo (17-1, 9 nocauts) llegó al ring invicto, pero ocho de sus rivales tenían récords perdedores y ninguno era un contendiente legítimo. … Fabio Wardley tiene defectos, pero el derechazo que el enorme británico conectó en el décimo asalto para noquear a Justis Huni resume por qué se ha vuelto tan popular entre los británicos. Wardley (19-0-1, 18 nocauts) estaba muy abajo en las tres tarjetas —89-82 dos veces y 88-83— cuando su derechazo perfectamente ejecutado aniquiló al australiano Huni (12-1, 7 nocauts). Lo derribó de espaldas y lo dejó sin posibilidad de continuar justo después de la mitad del décimo asalto en un Portman Road repleto, un estadio de fútbol en la ciudad natal de Wardley, Ipswich. … Keyshawn Davis agotó las entradas del Scope Arena por segunda vez en unos siete meses antes del viernes por la noche. Se compraron aproximadamente 10,740 boletos para una cartelera que él debía encabezar contra De Los Santos. Unos 2,400 clientes recibieron reembolsos ofrecidos por el promotor Top Rank luego de que se cancelara Davis-De Los Santos debido a que Davis superó el límite pactado de 135 libras para su pelea de campeonato a 12 asaltos.