LONDRES, Inglaterra -- Mientras continúa la búsqueda
para ungir a la próxima gran esperanza británica en el peso pesado, la división inmediatamente inferior está en buenas manos.
El excampeón de la OMB
Chris Billam-Smith espera pacientemente movimientos entre la élite de la división mientras busca conquistar otro cinturón. El campeón británico
Viddal Riley y
Aloys Junior, clasificado número 4 por la AMB, figuran entre quienes aspiran a alcanzar la cima, mientras otros acortan la distancia silenciosamente desde la retaguardia.
Lucas Roehrig (5-0, 2 KOs) debutó como profesional a mediados de diciembre y, sin embargo, su entrenador George Groves cree que no pasará mucho tiempo antes de que el joven de 22 años se sume a ese grupo.
“Creo que en 12 meses estará listo para un título nacional – sea quien sea el rival – preparado para dar el siguiente paso y desafiar”, dijo a
The Ring.
Estamos en el renovado gimnasio amateur Dale Youth, antiguo hogar de campeones mundiales como Daniel Dubois, el propio Groves y su eterno rival James DeGale.
David Adeleye, quien se quedó corto contra el exoponente de Dubois
Filip Hrgovic en el evento
PPV de DAZN el sábado en Arabia Saudita, es otro de los nombres destacados que frecuentaron el área de Ladbroke Grove.
“Han salido muchos buenos productos de Dale Youth, boxeadores que representaron a Inglaterra y al Team GB, pero Roehrig es el más sobresaliente de los últimos cinco años”, señaló Groves. “Hasta ahora, todo bien, y ya pasará a combates de ocho asaltos. Es alguien que genera ilusión”.
Roehrig, que ha hecho sparrings con figuras como el campeón de The Ring y la FIB
Jai Opetaia, Billam-Smith y el monarca del CMB
Badou Jack, disfruta de ventajas únicas gracias a un entrenador–mánager bien conectado, capaz de exponerlo a diversas experiencias.
Ya sea estando en primera fila de una pelea indiscutida de peso pesado o boxeando en el salón de conferencias de un estadio de fútbol, se le está conduciendo con un ritmo constante que debería servirle de base para una carrera exitosa.
Entonces, cuando Groves habla de títulos nacionales, ¿a qué se refiere? ¿Área del Sur, Inglaterra, e ir escalando desde ahí?
“No. Británico y de la Commonwealth, esos son los títulos serios. Esos deben encabezar carteleras televisadas, ahí es donde estará”, aclaró Groves. “No digo que ahora mismo vencería a Viddal Riley, pero quien sea dentro de un año, estará a ese nivel”.
Riley, que desbancó a Cheavon Clarke para ganar el título Lonsdale en la cartelera secundaria del Eubank-Benn el 26 de abril, ya tiene en puerta una primera defensa contra Aloys Junior.
La victoria a los puntos de Aloys sobre el excandidato mundial
Ellis Zorro el mes pasado quizá no entusiasmó al público casual, pero el emparejamiento sigue teniendo sentido.
“Pat Brown acaba de debutar”, dijo Groves. “Soy un gran fan de Aloys, progresa a un ritmo alarmante bajo Ben Davison. Lucas ha hecho asaltos con él, con Viddal, con esos chicos que están a su nivel o un poco por encima. Estoy intentando exponerlo al mundo, cuidarlo pero también moverlo con propósito, para que la gente se fije en él”.
El jefe de Matchroom, Eddie Hearn, ya tiene grandes esperanzas para el olímpico de 2024 Brown (3-0, 3 KOs), mientras que el recién coronado campeón inglés John Hedges (11-0, 3 KOs) busca el mismo
reconocimiento en su desarrollo bajo la guía del miembro del Salón de la Fama 2024 Ricky Hatton.
Groves profundiza en la ventaja de usar una agenda de contactos amplia, tras haber tenido el privilegio de boxear en Las Vegas, San José y Alemania con Hayemaker Boxing y Golden Boy entre 2009 y principios de la década de 2010.
Roehrig ya había manifestado su deseo de viajar por el mundo, competir en tantos países como sea posible y absorber nuevas culturas, entornos y experiencias “interconectadas con el boxeo”.
Cuando se le plantea esto al hombre de 37 años que dirige su carrera, recuerda con calidez antes de vincularlo a un suceso triste cercano.
“Para mí, pelear en Las Vegas en el Mandalay Bay, en San José, California, y en distintas ciudades alemanas fueron experiencias increíbles y, si puedo conseguir lo mismo para Lucas, será genial. Quizá una o dos peleas discretas también”, dijo Groves.
“El retiro de Campbell Hatton fue una noticia triste, porque lo lanzaron a los focos demasiado rápido bajo la sombra de su padre. Mientras encontraba su camino, habría sido fantástico sacarlo en algún show pequeño en Miami o Los Ángeles, mantenerlo activo y aprendiendo fuera de casa sin la presión de los reflectores.
“A veces necesitas esa presión, otras veces no. Es importante experimentar de todo, para que cuando llegue tu turno de brillar, ya hayas sentido y probado lo que está por venir”.
Tras detener al excampeón inglés semipesado Joel McIntyre en tres asaltos en su debut, Roehrig recibió la gran presentación de Groves antes de su estreno en Sky Sports, como parte de la cartelera Azim–Lipinets el 1 de febrero.
“Se quejó de estar cansado, y yo solo me reí”, relató Groves. “Puedo hacerlo subir y bajar la colina de Richmond 10 veces sin problema, pero ¿puedes estar fresco después de 20 entrevistas? Tienes que responder la misma pregunta 15 veces de forma distinta, dar algo nuevo, mientras manejas tu vida personal detrás.
“Si puedo mostrarle los caminos, entendiendo lo que siente, ese es mi valor añadido: los altos y bajos, todo lo intermedio. Al final, la responsabilidad recae en él”.
Entonces, para quienes aún no lo han visto, ¿cuál es el mejor atributo de Roehrig?
Groves hace una pausa mientras piensa, pero se distrae con un sonido repetido a lo lejos. Lucas golpea la máquina de puñetazos, y su entrenador no puede evitar observarlo.
“Aún no estoy seguro”, admitió Groves. “Es rápido, fuerte y potente, pero todavía está lejos de alcanzar su máximo en esos atributos. Naturalmente se convertirá en un hombre más grande, apenas comienza a desarrollarse a los 22, pero será un crucero grande. Es enseñable, así que puedo mostrarle cosas que se trasladan a su boxeo. Ha demostrado resiliencia mental. Yo la tuve, algo que no se puede dar por sentado.
“A veces las cosas no son instintivas, necesitan desarrollarse, pero solo se logra exponiéndolos a esas situaciones, y eso es lo que estoy haciendo: construir y progresar sin que se ahogue. Hasta ahora, todo va bien”.