J
ohn Hedges tuvo que tomar una decisión importante.
El invicto peso crucero se separó de su entrenador de siempre, Mark Tibbs, apenas semanas antes de su combate por el título inglés frente a
Nathan Quarless. Habría sido comprensible que se retirara del combate, tomara su tiempo para encontrar un nuevo gimnasio y retomara la pelea más adelante.
En cambio, Hedges revisó su teléfono y marcó el número de Ricky Hatton, miembro del Salón de la Fama del Boxeo Internacional, para pedirle un favor.
Hatton cumplió su palabra, y el joven de 23 años hizo rápidamente las maletas para viajar casi 320 kilómetros desde su casa en Essex hasta Mánchester.
La alianza se pone en marcha oficialmente este fin de semana, cuando Hedges (10-0, 3 KOs) enfrente a Quarless (13-1) en el Copper Box Arena de Londres, como parte del respaldo de la cartelera que encabezan
Johnny Fisher y
Dave Allen en una revancha de pesos pesados. El evento será transmitido por DAZN.
“He sido amigo de John durante algunos años. Tenemos varios amigos en común, lo conozco del ambiente del boxeo y siempre he escuchado muy buenos comentarios sobre él. Incluso hemos coincidido en un par de vacaciones, y le dije: ‘Siempre estaré aquí si algún día me necesitas’. Y esa llamada llegó”, contó Hatton a The Ring.
“Me dijo: ‘No es que haya tenido problemas donde estaba, solo quería un cambio. ¿Estarías ahí para mí?’
Le respondí: ‘Faltan solo seis semanas, y esto no es un paseo, es una pelea seria. Ven cuanto antes’.”
Sin tiempo para una etapa de adaptación de tres meses ni la posibilidad de elegir cuidadosamente a su rival, esta nueva etapa entre Hedges y Hatton comenzó con
una sensación de urgencia genuina.
Quarless representa una de las pruebas más duras que Hedges podía afrontar a nivel nacional. El único revés del boxeador de Liverpool fue una amplia derrota por decisión ante Viddal
Riley hace 18 meses. Dado el dominio que mostró Riley recientemente al vencer a Chev Clarke y conquistar el título británico, aquella derrota no luce tan mal hoy en día.
Hatton, con su amplia experiencia, no ha intentado transformar por completo el estilo de Hedges, pero ha trabajado intensamente en conocerlo y añadirle nuevas herramientas.
No se espera que el alto y talentoso zurdo Hedges adopte un estilo ofensivo implacable ni que desgaste a Quarless por dentro, pero es posible que muestre un poco más de agresividad e imaginación una vez que logre cortar el ring ante un oponente que depende del movimiento.
Hedges fue un amateur condecorado, pero por más técnica que tenga, Hatton considera vital que un peso crucero cuente con algo más en su arsenal.
“Creo que se nota cuando trabajamos con los guantes. Entrenamos de lunes a viernes, pero además John y yo venimos cada martes y jueves por la noche para trabajar en técnica y conocernos más”, explicó Hatton.
“Estamos entendiendo cómo piensa el otro, y está funcionando a la perfección. Creo que he recibido un buen punto de partida gracias a su experiencia amateur y al trabajo previo con Mark Tibbs, pero también siento que puedo sumarle mucho más. Aún lo veo peleando de forma muy amateur —no es que quiera convertirlo en un Ricky Hatton o un Rocky Marciano— pero sí hay ciertos detalles, pequeños trucos, que creo que pueden marcar una gran diferencia en su boxeo.”
“En sus primeros sparrings aquí y en sus últimas peleas, creo que ha confiado demasiado en su estatura y alcance. Y nadie ha podido descifrarlo porque mide 1,98 metros y es zurdo. Pero tarde o temprano se encontrará con alguien que sí lo logre. Y cuando eso pase, debe tener más armas listas. Eso es lo que creo que puedo aportarle.”
Hedges espera que Hatton lo ayude a liberar su verdadero potencial. Pero su llegada inesperada también ha sido una oportunidad de renovación para el propio Hatton.
Junto con su asistente Blain Younis, Hatton dirige un pequeño pero prometedor grupo de boxeadores. Tener en el gimnasio a un talento joven y sin vicios como Hedges es un regalo para cualquier entrenador.
Este fin de semana marca el primer paso de lo que Hatton espera que sea un proyecto a largo plazo.
“Es un reto para mí. Yo también sigo aprendiendo como entrenador, y tener en el gimnasio a un zurdo de 1,98 m ha sido muy interesante”, dijo Hatton.
“Me han entregado una buena base, como ya mencioné, pero esto es muy emocionante para mí como entrenador. John ni siquiera ha comenzado todavía. Tiene muchísimo por agregar, y necesita hacerlo. Ojalá yo pueda ser quien lo lleve allí.”