Han pasado ya 12 semanas desde la primera derrota profesional de Skye Nicolson, cuando la estadounidense
Tiara Brown arruinó su regreso a casa en Australia en un duelo de invictas en el peso pluma. Tras haber defendido exitosamente su título mundial en dos ocasiones durante la segunda mitad de 2024, Nicolson (12-1, 1 KO) había intensificado su presión por una pelea con la campeona multidivisión
Amanda Serrano (47-3-1, 31 KOs), dueña de la escena en las 126 libras.
Sin embargo, esa búsqueda fue interrumpida por una sorpresiva derrota por decisión dividida que le costó el cinturón del CMB. Desde entonces, Nicolson ha mantenido un perfil bajo, y muchos notaron una actitud más mesurada, admitiendo que el aspecto mental fue determinante pese a un campamento de alto nivel.
En entrevista con The Ring, la australiana de 29 años fue directa:
“Tuvimos un campamento increíble. En cuanto a preparación física, tanto en el gimnasio como en el trabajo de fuerza y acondicionamiento, todo estuvo perfecto. Donde fallamos fue en lo mental, algo que ya he señalado y en lo que estamos trabajando fuertemente. Me siento bien con eso y segura de que hará una gran diferencia en mis próximas actuaciones.”
Nicolson también reconoció que “unos pequeños ajustes” habrían cambiado el resultado, y usará esa experiencia como motivación para su próxima campaña, esta vez en la división inferior, luego de que
Brown dejara claro que prefiere unificar títulos en lugar de conceder una revancha inmediata.
Su regreso está programado para
el 5 de julio en el AO Arena de Manchester, como parte del respaldo del combate entre Jack Catterall y Harlem Eubank. Será un duelo a ocho asaltos en un peso pactado de 124 libras, preludio a su transición al supergallo.
“Durante mis primeros años como profesional, mucha gente me decía que debía pelear en supergallo, pero me lo tomaba a broma. Tenía esa mentalidad arrogante de ‘¿por qué bajar si puedo ganar en este peso?’. Quizá estaba dejando pasar una oportunidad.”
“Creo que será una gran decisión para mí. Con suerte, estaré en posición de disputar un título mundial antes de que acabe el año. Lo más importante ahora es mantenerme activa. Estuve seis meses sin pelear antes del combate con Tiara, y fue demasiado tiempo.”
Consciente de que ya no contará con las mismas bolsas al no tener título mundial, Nicolson asegura que eso no la detiene:
“Es algo que hemos detectado con mi equipo: la inactividad afecta mi rendimiento. Ojalá pueda pelear dos veces este verano. He pedido literalmente cualquier oportunidad. No me importa si peleo a las 4 de la tarde ni si el pago es mínimo. Necesito tiempo en el ring.”
A la par, Nicolson sigue con atención lo que sucede en su nueva división, especialmente el combate del 11 de julio entre Ellie Scotney y Yamileth Mercado (24-3, 5 KOs), por el título supergallo del CMB en el Madison Square Garden. La británica,
que firmó con MVP en abril, llamó respetuosamente a Nicolson tras vencer a Mea Motu en enero.
“Sea Scotney u otra, ella me llamó tras su última pelea, probablemente pensando que sería en peso pluma. Me interesa ver si se queda en supergallo y está dispuesta a hacer esa pelea.”
La posible pelea requeriría negociaciones entre Matchroom y MVP, una colaboración que podría repetirse si se concreta también una trilogía entre Katie Taylor y Chantelle Cameron, como sugirió Nakisa Bidarian (MVP) recientemente.
“Creo que, gane o pierda, Katie debería enfrentar a Chantelle una vez más. Van 1-1. Amanda y Katie técnicamente están 2-0, pero fueron peleas muy cerradas, muchos vieron ganar a Amanda. Pero especialmente en el Reino Unido e Irlanda, hay mucha demanda por Taylor-Cameron III. Queremos hacerla realidad.”
Con planes definidos, hambre renovada y rivales potenciales a la vista, Nicolson apunta a un fuerte regreso este verano y una nueva conquista en su carrera.