Promocionar boxeo siempre ha sido un delicado acto de equilibrio: lograr que los aficionados conecten con un púgil mientras se le guía de forma segura y progresiva a través de los distintos niveles.
Sin embargo, el panorama está cambiando. Hoy en día, los promotores también deben adaptarse a una nueva generación de fanáticos ocasionales, que priorizan la acción inmediata sobre el desarrollo deportivo, y que valoran más un reel gracioso en Instagram o un meme viral que una sólida victoria por decisión en diez asaltos frente a un veterano excampeón.
A comienzos de este mes,
Matchroom Boxing anunció la firma de Ben Whittaker, el carismático semipesado británico. Su fichaje llamó la atención de todos, pero representa solo una pieza más del nuevo proyecto que la promotora lleva meses construyendo.
El joven peso pesado
Leo Atang ha causado impacto inmediato, al igual que la potente y explosiva
Tiah-Mai Ayton.
Adam Maca, de 18 años, no ha ocultado sus aspiraciones de título mundial, mientras que
Giorgio Visioli y
Pat Brown ya se consolidan como auténticos prospectos.
Este fin de semana, el invicto peso mediano George Liddard se medirá al experimentado Kieron Conway por los títulos británico y de la Commonwealth,
en vivo por DAZN.
El fichaje de Whittaker acaparó titulares, pero Matchroom está claramente inmersa en un proceso de renovación profunda.
La empresa presentó un nuevo logotipo, una estética renovada en sus actividades de las semanas de pelea y, sobre todo, ha incorporado una camada de jóvenes talentos que refleja el rumbo que quieren seguir.
“Cien por cien”, dijo el CEO de Matchroom, Frank Smith, a
The Ring.
“Somos una empresa que nunca se acomoda. Siempre pensamos en cómo avanzar y planificamos con una visión de tres a cinco años, no de seis meses.
“Muchos en el boxeo piensan a corto plazo; nosotros nunca hemos hecho eso.
“Estamos entusiasmados por lo que viene, no solo en el Reino Unido, sino también en Estados Unidos.”
El extravagante Whittaker, medallista de plata olímpica en Tokio 2020, es un ejemplo perfecto del tipo de figura que Matchroom busca potenciar: con carisma, talento y atractivo comercial. Pero la mayoría de los boxeadores que hoy encabezan veladas británicas no provienen del circuito amateur de élite; son púgiles que se abrieron camino paso a paso, construyendo su reputación sobre la marcha.
Matchroom seleccionó cuidadosamente al popular crucero Pat Brown del equipo olímpico británico de París 2024, pero talentos como Atang, Ayton y Maca desarrollarán su carrera desde cero como profesionales.
Son jóvenes, frescos y, lo más importante, no están desgastados física ni mentalmente por años en el boxeo amateur. El público podrá seguir toda su evolución desde el inicio.
“A veces los boxeadores que permanecen demasiado tiempo en el circuito amateur llegan al profesionalismo demasiado mayores”, explica Smith.
“Cuando ves a Leo Atang, Tiah-Mai Ayton, Adam Maca, Pat Brown… todos están listos para comenzar y probarse. Tienen perfil, seguidores y entienden el negocio.
“Siempre hay que adaptarse y seguir adelante, no puedes quedarte quieto.
“Llevo 15 o 16 años en el boxeo, y cuando se producen momentos como el fichaje de Whittaker, eso te da energía, te renueva la ilusión. Se siente diferente.”
Matchroom siempre ha invertido en talento joven, pero en el pasado lo hacía sobre una base de estrellas consolidadas, apoyadas en la enorme exposición mediática de Sky Sports.
Hoy el boxeo británico atraviesa una etapa de transición delicada.
Los grandes nombres —Tyson Fury, Anthony Joshua, Derek Chisora, Dillian Whyte— se acercan al final de sus carreras, y muchos otros vendedores de entradas rondan la treintena. Por eso, es fundamental que la nueva generación de boxeadores británicos logre conectar con el público y dar el salto al mainstream.
Los jóvenes de Matchroom no serán apresurados, pero disponen de una plataforma de primer nivel, y se espera que asuman responsabilidad antes de lo habitual.
“Mira el caso de Lewis Crocker-Paddy Donovan: tuvimos 20.000 personas en Belfast hace un par de semanas, y esta semana 10.000 en Sheffield”, dijo Smith días antes del combate estelar de Dave Allen frente a Arslanbek Makhmudov.
“Mucha gente habla de cómo construir estrellas en DAZN. Pero todo depende del carisma; si lo tienes, el lugar no importa.
“Existen muchas formas de desarrollar a un boxeador. Las plataformas son importantes, y DAZN nos da una plataforma global para hacer crecer el deporte, pero lo esencial es evolucionar constantemente y trabajar con peleadores que lo entienden.
“Hay muchos que no lo entienden ni quieren adaptarse. No todos serán un Ben Whittaker, pero queremos gente dispuesta a mostrarse al mundo.”
En medio de esta modernización, Smith reconoce que una parte importante de la afición supera los 40 años, sigue disfrutando de leer revistas y ver las peleas sin necesidad de descargar aplicaciones. Sin embargo, también es vital que el boxeo conquiste a las nuevas audiencias y mantenga su atención.
En una era de atención fugaz y consumo digital, donde los aficionados dedican más tiempo a scrolls, shorts y reels que a ver combates completos, los boxeadores deben saber captar al público en segundos.
Whittaker demostró cómo hacerlo: un breve clip de su actuación llena de fintas y espectáculo ante Khalid Graidia en febrero de 2024 se volvió viral, lo llevó a ESPN en EE. UU. y lo convirtió en una figura conocida.
La nueva generación de Matchroom —jóvenes, agresivos y espectaculares— está lista para generar momentos virales dentro del ring.
“Vivimos en un mundo donde la gente apenas puede concentrarse más de 30 segundos”, afirma Smith.
“Vivimos en la era de los reels y TikTok. Nadie mantiene la atención más allá de eso, así que hay que captar al público de inmediato.
“Incluso los formatos de las conferencias de prensa deben cambiar, porque si no, la gente se aburre.
“Por eso, todo lo que hacemos tiene un solo objetivo: atraer a una nueva, joven audiencia.”