Los pesos pesados siempre han sido el motor del mundo del boxeo.

Una era particularmente activa y entretenida de la división reina está llegando a su fin. Tyson Fury insiste en que sigue felizmente retirado y, con el campeón indiscutido Oleksandr Usyk, Anthony Joshua y Deontay Wilder acercándose al ocaso de sus brillantes carreras, la búsqueda está en marcha por boxeadores capaces de tomar la posta y mantener vivo el entusiasmo.

Si todo sale como cree Matchroom, el joven de 18 años Leo Atang terminará convirtiéndose en uno de los nombres más grandes y reconocibles del deporte.

Por ahora, sin embargo, la vida no ha cambiado demasiado para el talentoso adolescente. De momento, Atang todavía puede moverse por su ciudad natal de York con relativa libertad.

“No, aún puedo salir. Alguna que otra persona me pide una foto. El otro día estaba en una estación de servicio y alguien me lo pidió, lo cual está bastante bien, pero aparte de eso, todo es normal”, contó Atang a The Ring entre risas.

Eddie Hearn celebró la llegada de Atang al profesionalismo declarando que algún día podría seguir los pasos del dos veces campeón unificado de los pesos pesados Joshua. Sin embargo, Matchroom también ha pedido paciencia con Atang, quien ganó el Campeonato Mundial Sub-19 de Boxeo 2024 pero decidió dar el salto profesional sin haber disputado un solo combate amateur senior.

El mes pasado, Atang (1-0, 1 KO) debutó eliminando al búlgaro Milen Paunov en el primer asalto.

A juzgar por la escasa evidencia que dejó su estreno profesional, la velocidad y el atletismo de Atang ya le darían opciones de despachar a más de un veterano peso pesado, aunque esos mismos rivales, curtidos y resistentes, serían lo suficientemente astutos como para complicarlo si el combate se prolonga.

Atang es un activo demasiado valioso como para apresurarlo, y el objetivo de todos será asegurarse de que, si llega a la cima, esté preparado para mantenerse allí.

La maquinaria publicitaria volverá a arrancar este fin de semana pero, en general, Atang está siendo permitido crecer y desarrollarse a su propio ritmo.

“Yo también lo sé”, reconoció Atang. “Tengo mucho trabajo por delante y madurar bastante. Todo llegará con el tiempo, pero estamos en este juego para largo; vamos a disfrutar cada paso, aprender y progresar lo máximo posible.”

Cada día es una jornada de aprendizaje para Atang, quien aún está lejos de preparar planes específicos para oponentes y dedica su tiempo a perfeccionar todos los aspectos de su boxeo.

Este fin de semana, los aficionados tendrán otra oportunidad de evaluar su progreso. Atang se enfrentará a Cristian Uwaka (1-5-1) en el Rainton Meadows Arena, en una pelea transmitida mundialmente por DAZN.

Atang y Uwaka están separados por 22 años. El veterano de 40 hizo una entrada tardía al boxeo profesional y rápidamente asumió su rol de oponente. Ha peleado siete veces en 18 meses y hasta ahora ha demostrado ser una prueba resistente para jóvenes pesados.

“Creo que, a juzgar por cómo se ve, está en mejor forma que yo”, bromeó Atang.

“Es un tipo duro. Creo que lo han detenido una sola vez. Hace los asaltos completos y hasta sacó un empate con un debutante. Será bueno enfrentarme a él.

No puedo confiar solo en noquearlo de inmediato con una ráfaga. Tengo que trabajarlo y desgastarlo.”

A Atang se le dará tiempo para consolidarse, pero su perfil y reputación asegurarán que incluso los rivales más negativos suban al ring conscientes de que, si logran sorprenderlo, podrán hacerse un nombre y garantizarse años de trabajo.

Él mantiene la cabeza fría, lo suficiente como para apartarse de las presiones externas y concentrarse únicamente en la tarea.

“Es una buena forma de pensarlo. Para ser sincero, nunca lo había visto así”, admitió.

“Pero al final del día, es solo un oponente. Es algo que ellos también hacen a diario, estoy seguro, así que vamos a subir, hacer lo nuestro y lo que pase esa noche, pasará.”