El entrenador Joe Gallagher considera que su pupilo
Lawrence Okolie no ha recibido el reconocimiento que merece por haber controlado con autoridad al pegador sudafricano
Kevin Lerena el pasado fin de semana en el Estadio de Wembley.
Como era de esperarse, los titulares se centraron en
Oleksandr Usyk y su nocaut sobre Daniel Dubois,
con el que reafirmó su condición de campeón mundial indiscutido del peso pesado. Pero en la pelea coestelar, Okolie (22-1, 16 KOs), dos veces campeón mundial en distintas divisiones y clasificado N°1 por el CMB, se impuso con una amplia decisión unánime en diez asaltos, pese a sufrir un desgarro severo en el bíceps izquierdo desde el primer round.
“Este es el mismo Kevin Lerena que derribó tres veces a
Dubois, que se batió a duelo con
Justis Huni y lo tambaleó en el décimo. Vimos lo que Dubois ha hecho desde entonces, lo que Huni le hizo
a Fabio Wardley, y sin embargo Lawrence gana todos los asaltos, apenas recibe golpes, sigue el plan de pelea… y lo critican igual”, declaró Gallagher a The Ring.
Lerena, normalmente agresivo, nunca logró entrar en ritmo. Gallagher reconoció que muchos esperaban un nocaut frente a 90.000 espectadores, pero defendió a su boxeador.
“Claro que le hubiera encantado noquearlo. Pero esa narrativa de que Okolie siempre amarra no tiene sentido. Él no lo hizo; fue Lerena quien recibió advertencias por sujetar”.
Tras la pelea, Gallagher publicó una imagen del bíceps lesionado de Okolie, confirmando que la lesión ocurrió en el primer asalto. El entrenador, elegido Entrenador del Año por The Ring en 2015, reveló que el británico no dijo una palabra durante el combate.
“Lawrence siguió el plan y no dijo nada hasta después del combate. Me dijo: ‘Se me fue el brazo’. Y yo le pregunté por qué no lo mencionó. Me dijo que probablemente pensaba que yo lo sacaría del combate. Aun así, mantuvo a raya a un pegador como Lerena con una sola mano”.
Lejos de aferrarse al clinch o al estilo defensivo que a veces se le criticaba en el peso crucero, Okolie boxeó con movilidad, distancia y control del ritmo. Fue una actuación táctica y sólida, aunque no espectacular.
Desde que se unió a Gallagher, Okolie ha lucido más explosivo. Dejó atrás el agotador recorte de peso a las 200 libras y subió a peso bridger, donde destruyó en un asalto al entonces invicto campeón del CMB, Lukasz Rozanski. Luego debutó como peso pesado en diciembre, noqueando a Hussein Muhamed en menos de tres minutos.
Sin embargo, sus detractores siguen aferrados a críticas pasadas.
“La gente olvida. ¿Quieren emoción? ¿No vieron lo que hizo en Londres con el alemán? Un round. ¿Y en Polonia, como underdog, ganando también en un round?”, recordó Gallagher.
“Después tuvo dos nocauts en el primer asalto —uno en bridger, otro en pesado— y luego enfrentó al campeón mundial del peso bridger, con más experiencia que Lawrence en pesado. Aun con un solo brazo, ganó todos los rounds. Eso es una gran actuación”.
Mientras Usyk comienza a definir su próximo rival como campeón indiscutido, la lista de retadores obligatorios crece.
Joseph Parker ha sido oficialmente ordenado por la OMB como siguiente en la fila.Okolie, por su parte, figura como N°1 en el ranking del CMB y N°4 en el de la OMB. Una vez recuperado del bíceps, tendrá una mejor visión de su camino en la división.
“Todo el mundo habla de Joseph Parker,
Moses Itauma,
Derek Chisora… pero nadie menciona a Lawrence Okolie, ¿verdad? Dicen que
Martin Bakole es el coco —no lo es—, el verdadero coco es Lawrence”, afirmó Gallagher.
“Okolie solo había tenido dos peleas de un asalto conmigo, ni siquiera había regresado a la esquina. Ahora hicimos diez rounds juntos. Lamentablemente, la lesión frenará su impulso; queríamos volver en septiembre u octubre, incluso se habló de
Agit Kabayel (campeón interino del CMB), pero eso se pone en pausa por ahora”.
“Creo que Lawrence está haciendo las cosas bien. Es el N°1 del CMB y nadie lo menciona. ¿Recuerdan cuando
Dillian Whyte fue el N°1 por dos años? No paraban de hablar de eso. Pues ya es hora de que empiecen a poner el nombre de Lawrence Okolie en la conversación cuando hablen de los pesos pesados”.