A Tyson Fury no le agrada Deontay Wilder. Ni un poco. Pero incluso él está perturbado por lo que ha estado viendo.

Fury declaró este miércoles que regresará al cuadrilátero en 2026 para una cartelera de la Temporada de Riad, aún por determinarse.

En cuanto a su rivalidad con Wilder, Fury cerró ese capítulo definitivamente en 2021, tras vencerlo por nocaut en dos combates consecutivos. Desde entonces, las cosas no han salido bien para el estadounidense.

Wilder lució tan explosivo como siempre frente a Robert Helenius en 2022, logrando un fulminante nocaut en el primer asalto. Pero desapareció del mapa poco después.

En 2023, Joseph Parker dio una clase magistral frente a Wilder, dominándolo casi por completo. Luego, en 2024, a sus 39 años, Wilder fue superado y detenido en el quinto asalto por Zhilei Zhang.

Mientras las derrotas se acumulan, Fury ha observado en silencio desde la distancia. En privado, el gigante británico quizá deseaba que Wilder lograra resurgir. Sin embargo, tras verlo perder una y otra vez, Fury ha llegado a la conclusión de que el excampeón del CMB ya no es el mismo.

“Es triste ver a alguien con la ferocidad de Deontay Wilder convertido en una sombra de lo que fue”, declaró Fury recientemente ante varios periodistas.

No obstante, hay un rayo de esperanza para la carrera de Wilder. El pasado 27 de junio, volvió a la senda del triunfo. Tyrrell Herndon fue prácticamente un cordero al matadero, mientras Wilder (44-4-1, 43 KOs) se impuso con facilidad en el Charles Koch Arena de Wichita, Kansas. Jugó con él durante la mayor parte del combate hasta encontrar el golpe definitivo en el séptimo asalto.

Wilder espera que esa victoria se vuelva costumbre. Su objetivo final sigue siendo una pelea contra el actual campeón unificado de peso pesado, Oleksandr Usyk.

Pero Fury duda seriamente que eso ocurra. Según él, la velocidad, la dureza y, por supuesto, el poder devastador que alguna vez caracterizó a Wilder ya no están presentes.

El boxeo no tiene piedad, y el tiempo siempre gana. Por ello, ver la decadencia de Wilder no es una sorpresa para Fury. Aun así, no le agrada la forma en que se está desarrollando el ocaso de su carrera.

“Me da tristeza por él”, concluyó.