El ex campeón de peso pesado Deontay Wilder viajó al centro de Estados Unidos en busca de un paso positivo y muy deseado hacia la redención.

Wilder (44-5-1, 43 nocauts) se aseguró de que su carrera no siguiera estancada al conseguir una victoria por nocaut técnico en el séptimo asalto, totalmente dominante, sobre Tyrell Herndon en una pelea de preparación el viernes en el Charles Koch Arena en Wichita, Kansas.

Wilder, que cumplirá 40 años en octubre y llegaba con un récord de 1-4 desde 2020, se mostró sólido y preciso ante un Herndon (24-6, 15 nocauts) claramente inferior, que ofreció muy poca resistencia en una pelea pactada a diez asaltos.

Wilder derribó a Herndon en el segundo y sexto asalto antes de finalizar al cada vez más desgastado Herndon de pie, cuando el árbitro Ray Corona detuvo la acción a los 2:16 del séptimo.

“Se sintió genial. Herndon fue un tipo duro. Aprecio el trabajo,” dijo Wilder en el ring después de la pelea. “Tuve mucho tiempo para ponerme en orden, mental, física y emocionalmente. Ha sido un camino largo para mí. Estoy feliz de volver al ring. Sé que no le di a todos lo que realmente querían ver, pero vamos a mejorar a medida que avancemos. Este es un nuevo comienzo para mí. Mejoraré más y más, se los prometo."

La pelea fue el evento principal de una cartelera de pago por evento organizada por Global Combat Collective y BLK Prime.

El único elemento que faltó en la victoria fue el nocaut espectacular al que Wilder nos tiene acostumbrados con su poder demoledor.

A diferencia de combates recientes, Wilder estuvo activo desde el inicio, lanzando un largo jab de tanteo para mantener a Herndon a raya.

En el segundo asalto, Wilder conectó un gancho de izquierda en arco que hizo que Herndon se aferrara. Luego lanzó un potente recto de derecha que falló, pero momentos después atrapó y derribó a Herndon con un gancho de izquierda ascendente. Herndon no resultó dañado y se quejó al árbitro Corona diciendo que se había resbalado.

Con su nuevo entrenador principal Don House en su esquina, junto con su antiguo preparador Jay Deas, el nativo de Tuscaloosa, Alabama, mantuvo su enfoque agresivo en el tercer y cuarto asalto, mientras Herndon lograba esquivar varios golpes. Herndon, centrado en la defensa, lanzaba un solo golpe a la vez con largas pausas en su ofensiva.

Para el quinto asalto, la sangre comenzó a brotar de la nariz de Herndon.

Las piernas de Herndon ya no respondían en el sexto, y Wilder lo derribó con un golpe que lo obligó a sentarse sobre las cuerdas. Sin embargo, Herndon se levantó de inmediato cuando la cuenta de Corona llegó a nueve.

Herndon pareció tomar una rodilla en el séptimo asalto, pero Corona no lo consideró una caída. No obstante, Wilder se aseguró de que la pelea tuviera un final definitivo, ya que otra derecha dejó a Herndon indefenso y retrocediendo. Esa secuencia obligó a Corona a detener la pelea.

Durante la preparación de su pelea, promocionada como "Legacy Reloaded", Wilder le dijo a The Ring que buscó la ayuda de un psicólogo para lidiar con sus problemas de salud mental, y que planeaba realizar más peleas de preparación este año para reconstruirse con miras a enfrentar a Oleksandr Usyk y Anthony Joshua.

La carrera de Wilder dio un giro a partir de 2020 cuando perdió su título del CMB ante Tyson Fury por nocaut técnico. Luego vinieron más derrotas: otra vez por nocaut ante Fury en 2021, una amplia decisión en contra ante Joseph Parker en 2023, y un nocaut en el quinto asalto ante Zhilei Zhang en junio pasado. La única victoria de Wilder durante este periodo irregular fue un nocaut en el primer asalto sobre Robert Helenius en 2022.

Herndon llegó a esta pelea tras haber sido noqueado por Richard Torrez Jr. y Efe Ajagba en un total de tres asaltos, y tampoco fue rival para Wilder.

En otras acciones, Lateef Kayode sufrió una paliza unilateral ante Gustavo Trujillo y fue salvado con misericordia por su esquina cuando la pelea fue detenida en el sexto asalto de un combate de peso pesado programado a diez.

Trujillo (8-0, 7 nocauts), un cubano de 32 años, descargó una ráfaga constante de golpes sin respuesta durante toda la pelea contra Kayode (22-6, 17 nocauts), un nigeriano de 42 años que se hizo un nombre hace más de una década.

Kayode empató con Antonio Tarver en 2012 y fue noqueado en el primer asalto por Luis Ortiz en 2014, pero ambos resultados fueron cambiados a “No Contest” debido a que ambos rivales dieron positivo por sustancias prohibidas.

El peso supermosca Nico Hernandez (12-0, 5 nocauts) derribó a Robert Ledesma (3-15-1, 2 nocauts) en el primer asalto y dos veces más en el segundo para lograr una dominante victoria por detención en casa.

El veterano Aaron Casper (9-11-2, 5 nocauts) logró una sorpresiva victoria por decisión unánime sobre Jeff Page Jr. (18-4, 12 nocauts) en su combate a seis asaltos en peso crucero, con puntuaciones de 59-55, 59-55 y 58-56.

El peso ligero Eric Valencia (4-0, 4 nocauts) derribó a Willie Harris (0-2) en los primeros segundos del combate, y luego volvió a enviarlo a la lona con un gran golpe al cuerpo tan pronto como se levantó, para conseguir un nocaut increíblemente fácil en el primer asalto.

Siguiendo con la temática de finales rápidos, el peso pesado John Cantrell (14-0, 13 nocauts) fulminó a Franklin Sparks (4-5, 3 nocauts) con un potente gancho de izquierda para lograr un nocaut en el primer asalto.

El superligero Jorge Carlos (10-0, 9 nocauts) derribó a Jay Krupp (18-11, 8 nocauts) con un golpe al cuerpo, y lo hizo de nuevo por si acaso —esta vez para terminar la pelea— mientras Krupp se desplomaba y era contado sobre la lona en el primer asalto.

El prospecto de peso supermediano de 19 años Marco Romero (9-0, 8 nocauts) aplastó a Andre Amaro (2-1, 2 nocauts) con una combinación de cuatro golpes para conseguir también una fácil victoria por nocaut en el primer asalto.

El peso pluma Chancey Wilson (1-0) abrió la transmisión de pago por evento, y su carrera profesional, con una victoria por decisión unánime en cuatro asaltos ante el también debutante Joshua Richey (0-1), con puntuaciones de 40-35, 40-35 y 39-36.