Cuando Tyson Fury se retiró inesperadamente en enero, poco después de su segunda derrota por decisión ante Oleksandr Usyk, el anuncio fue recibido con escepticismo.

Aún había combates millonarios sobre la mesa, como una posible pelea contra su rival británico Anthony Joshua, pero el excampeón de los pesos pesados insistía en que había terminado. Fury estuvo muy presente en los medios el miércoles y, para sorpresa de nadie, admitió que aún tiene el deseo de volver a pelear.

“Si volviera, sería por Usyk, pero quiero un resultado justo en Inglaterra”, dijo Fury, quien recientemente insinuó su regreso. “Esa sería la pelea que quiero. Esa sería la próxima pelea que querría”.

Turki Alalshikh, jefe de la Temporada de Riad y presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita, se hizo eco de los comentarios de Fury y compartió una actualización definitiva en redes sociales el miércoles.

“El Rey Gitano volverá”, dijo Alalshikh. “Hablé con él, y me dio su palabra de que estará en un evento de la Temporada de Riad en 2026. Tenemos un conejo que cazar”.

Fury llamó con frecuencia a Usyk —su astuto rival de pies ligeros— “conejo”, entre otros apodos, durante la previa de sus peleas en mayo y diciembre del año pasado.

Aún está por verse qué le depara el futuro a Usyk y cómo se le presentará el incentivo para una tercera pelea con Fury. Usyk, campeón de The Ring, AMB, CMB, OMB y clasificado N.º 1 libra por libra por The Ring, tiene previsto enfrentarse nuevamente a Daniel Dubois, campeón de la FIB, en una revancha a 12 asaltos el 19 de julio en el estadio de Wembley en Londres.

Fury (34-2-1, 24 nocauts), quien cumplirá 37 años en agosto, también compartió sus sentimientos sobre su relación de amor y odio con el noble arte.

“Es un gran deporte y todo lo que tengo se lo debo al boxeo, y estoy muy agradecido”, dijo Fury. “Como toda gran relación, tiene que haber altibajos, pero lo inevitable en mi juego es que uno se acuesta en la cama que hace, y sí, sigo muy enamorado del boxeo. Entreno regularmente. Hago todo eso.

“Me pagaron, me acosté con quien quise, me fui de allí. Días felices. Volví con mi familia, y ahora soy feliz. Estoy en casa, en Morecambe. Entreno dos veces al día, salgo, puedo tomarme una cerveza cuando quiera. Como lo que quiero. Salgo hasta tarde. Puedo hacer lo que se me da la [grosería]. ¿Sabes por qué? Porque me he ganado ese derecho.”