Cada vez que se menciona a Naoya Inoue, Tim Bradley hace una pausa antes de mostrar todos sus 32 dientes.

Esa amplia sonrisa es una señal de lo bueno que cree que es el campeón indiscutido del peso supergallo. Y, más recientemente, Inoue tuvo la oportunidad de demostrar por qué es considerado uno de los mejores boxeadores del mundo.

Un día después de ver a Terence Crawford sorprender a Canelo Álvarez, Inoue (31-0, 27 KOs) hizo que pareciera sencillo contra Murodjon Akhmadaliev, venciéndolo por amplia decisión unánime en Japón.

Aunque Inoue aún planea defender su trono un poco más, incluyendo ante David Picasso el 27 de diciembre, es probable que pronto suba al límite del peso pluma (126 libras).

En las 122 libras, Inoue ha sido imbatible y Bradley no ve que eso cambie. Sin embargo, mientras más ascienda en divisiones, más probable es que esa condición de invencible se vea cuestionada.

“Conforme Inoue siga subiendo de división, se va a encontrar con un atleta que sea tan atlético como él”, dijo Bradley en un video auto-grabado publicado en su canal de YouTube. “Ahí es cuando el tamaño va a empezar a ser un factor”.

Akhmadaliev (14-2, 11 KOs) careció de tamaño y pegada cuando se enfrentaron. El excampeón unificado lo intentó todo, pero no tuvo respuestas el 14 de septiembre.

Bradley es un crítico implacable. El miembro del Salón de la Fama de 2023 detecta fallas con facilidad y las resalta. Con Inoue, no llega a decir que sea un peleador perfecto, pero está increíblemente cerca de serlo.

“Inoue es un boxeador brillante”, dijo Bradley. “Sigue mejorando y mejorando. Siempre está ajustando su estilo”.