Pedir una pelea no es algo que
Shakur Stevenson disfrute hacer, pero a veces no le queda otra opción.
No ha sido fácil para el campeón ligero del CMB, y aunque muchos de sus contemporáneos aseguran que enfrentarlo (24-0, 11 KOs) no es una tarea intimidante debido a su falta de poder de nocaut, la realidad es distinta.
Enviar a sus oponentes al hospital no es la especialidad de Stevenson, y ciertamente no es la razón por la que le cuesta conseguir rivales.
Según Tim Bradley, los boxeadores prefieren enfrentarse a alguien con poder demoledor antes que ser humillados técnicamente por el estadounidense.
“Evitan a Shakur,” dijo Bradley en un video autopublicado en su canal de YouTube.
“Lo evitan porque avergüenza a los boxeadores. Puede que no te noquee, pero te va a quitar absolutamente todo.”
Esa mirada de frustración ha quedado grabada en los rostros de muchos de sus oponentes, y la tendencia continuó hace unos meses.
En Flushing, Nueva York, Stevenson desplegó un juego de pies desconcertante, ángulos impredecibles y una defensa impenetrable frente a William Zepeda.
Bradley, miembro del Salón de la Fama del Boxeo desde 2023, reconoce la desesperación que provoca Stevenson, incluso en los entrenadores que intentan guiar a sus pupilos desde la esquina.
“Va a frustrar también a tu entrenador,” dijo Bradley. “Va a sacarte de tus casillas por completo.”