Sam Eggington ha dejado claro que NO le dará una revancha a Lee Cutler, a pesar de que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ordenó una segunda pelea tras la controvertida conclusión de su enfrentamiento el mes pasado en Birmingham.
Ambos púgiles se enfrentaron en la cartelera del combate entre
Ben Whittaker y Liam Cameron II el Domingo de Pascua en la BP Pulse Live Arena. La pelea terminó con una
decisión técnica unánime a favor de Eggington (36-9, 20 KOs), después de que múltiples cortes en el rostro obligaran a detener la contienda tras nueve asaltos.
El árbitro Mark Bates determinó que el corte sobre el ojo derecho de Eggington fue producto de un choque de cabezas. Las tarjetas reflejaron puntuaciones de 87-85, 87-85 y 90-83 a favor del boxeador local.
Sin embargo, un video publicado por el equipo de Cutler muestra que fue un golpe el que abrió la herida sobre el ojo izquierdo de Eggington. El mánager de
Cutler, Jake McGuigan, presentó esta evidencia al CMB, cuyo presidente Mauricio Sulaimán confirmó que un panel revisaría la reclamación, lo que finalmente derivó en la orden de revancha.
Jon Pegg, entrenador y mánager de
Eggington, respondió a Sulaimán a través de la red social X, señalando que la pelea se detuvo oficialmente debido al corte en el ojo derecho, no el izquierdo.
A pesar de la orden del CMB, Eggington insiste en que la mayoría del daño que sufrió ante Cutler (15-2, 7 KOs) fue causado por choques de cabeza, y que la decisión del organismo no se basó en desacreditar la actuación del árbitro.
“Fue un cabezazo”, dijo Eggington, de 31 años, a The Ring. “Todos fueron cabezazos. Quizá uno se abrió con un golpe, pero los cabezazos fueron toda la noche, desde el segundo asalto. El primero que se abrió fue en el segundo y fue por un cabezazo.
“No importa cómo se abrió, puede que uno haya sido por un puñetazo, pero todo fue causado o empeorado por los cabezazos. Fue constante, toda la pelea. Así que no hay discusión real ahí.
“El CMB ordenó una revancha, pero también dijeron que todo lo que hicieron el árbitro y el médico fue perfectamente legal y conforme al reglamento. Tanto el CMB como la comisión coincidieron en eso... Así que sí, ordenaron una revancha por la forma en que terminó la pelea, pero no porque el árbitro o el médico se hayan equivocado.
“Siento que eso debe aclararse, porque todos dicen ‘oh, se ordenó una revancha’. Y eso hace parecer que me salí con la mía. Pero no es así.”
Eggington, quien tiene la mira puesta en el ganador del combate por el título británico superwélter entre Sam Gilley y Louis Greene el 7 de junio, añade que no dará la revancha a Cutler por una cuestión de principios.
“No volveré a pelear con Cutler”, afirma. “Lo vi después de la pelea, lo saludé en el ring y le dije: ‘es lo que es, hermano’. Le di mucho crédito en todas mis entrevistas. También lo vi en el hotel y le dije: ‘nos van a pedir que lo hagamos otra vez’. Y él dijo ‘sí’. Le dije: ‘bueno, la próxima vez ganaremos más dinero’. Me lo tomé con humor, estaba de buen ánimo, y estaba dispuesto.
“La gente me conoce, no me importa una pelea dura o una revancha. Me gusta lo que hago. Pero por la forma en que han manejado esto, diciendo ‘oh, que Sam pidió al médico que parara la pelea’ y ‘que John Pegg habló con la gente de BoxRec’... Ese tipo de estupideces mezquinas, que se vayan a la m—da. Solo por eso, no habrá revancha con Cutler, y lo sostengo.”
Eggington, quien ha conquistado múltiples títulos en sus 45 peleas como profesional, está dispuesto a renunciar al título Silver del CMB como resultado de su postura.
“Lo voy a dejar vacante. Gané ese cinturón cuando tenía 20 años, hace muchísimo tiempo, amigo. No peleé contra Cutler por el título, porque realmente no representaba nada para mí.
“No me iba a subir en los rankings ni nada. Fue una pelea para volver a la televisión, cobrar un buen cheque y volver a la escena, y eso es exactamente lo que logré.
“La verdad es que él no tiene pegada. Nunca sentí que pudiera noquearme. Estuvo guardándose para los dos últimos asaltos, como si pensara que iba a venir con todo al final. Si ese era su plan, fue un plan estúpido.”