Si tuviste la oportunidad de ver pelear a Jermall Charlo de cerca y en persona, hay algo que notarás: no es un hombre pequeño. Ese punto se acentúa aún más si lo observas fuera del campamento de entrenamiento.

Sin importar la categoría de peso en la que haya competido, el púgil de 35 años siempre ha destacado. Los hombros anchos, los músculos prominentes y su físico en general. Charlo (33-0, 22 nocauts) pasa una gran cantidad de tiempo en el gimnasio levantando pesas.

David Benavidez lo consideró como posible oponente debido a sus atributos físicos y sus evidentes habilidades. Durante un tiempo, Charlo se mostró interesado, pero finalmente ese combate nunca tuvo el impulso suficiente para concretarse.

Charlo se sentía cómodo defendiendo su trono en el peso mediano, pero en el fondo sabía que subir de categoría era inevitable. Ese día ha llegado oficialmente.

La noche del sábado, en el Michelob Ultra Arena en Las Vegas, Nevada, hará su debut en el peso supermediano cuando se enfrente a Thomas LaManna.

El panorama de las 168 libras luce similar pero increíblemente diferente en comparación con hace algunos años. Canelo Álvarez sigue siendo el rey de la división y el campeón indiscutido, pero Benavidez ha avanzado y ahora compite una división más arriba.

Aunque ya no está en esa categoría y no parece interesado en volver a ella, si decidiera cambiar de opinión, Charlo quería que el mundo supiera que estaría dispuesto a enfrentarlo. También reveló que estaría dispuesto a intercambiar golpes con otro rival.

“Yo pelearía contra David Benavidez en las 168 libras,” dijo Charlo a un gran grupo de reporteros. “Pelearía contra Canelo en las 168 libras.”

Pararse e intercambiar golpes con un par de nombres destacados podría emocionar a los fanáticos, pero Charlo primero tiene que demostrar que realmente aún puede pelear.

Largos periodos de inactividad ahora forman parte de su historia, pero espera que ese capítulo haya quedado atrás. En cuanto a un combate con Álvarez, ese parece ser factible. Benavidez, en cambio, ya no tiene que mirar la báscula con disgusto. Comer comidas completas durante el campamento de entrenamiento en las 175 libras es otra ventaja.

Sin embargo, si Benavidez todavía está interesado, Charlo está completamente dispuesto. Pero en lo que respecta a subir aún más de peso y competir siete libras más arriba, no está dispuesto a hacerlo.

“¿Pelear contra él en las 175? No.”