Óscar De La Hoya conoce mejor que nadie el peligro que representa
Manny Pacquiao.
Después de todo, el filipino hizo su debut en suelo estadounidense en 2001, en una cartelera encabezada por el propio De La Hoya, y años más tarde lo obligó a retirarse tras una contundente y unilateral victoria por detención en 2008. En ese entonces, Pacquiao estaba a punto de cumplir 30 años y atravesaba el punto más alto de su carrera como uno de los mejores libra por libra del planeta.
Ahora, 17 años después, Pacquiao vuelve a la acción a los 46 años tras un retiro de cuatro años. Este sábado enfrentará al campeón mundial wélter del CMB,
Mario Barrios, en el MGM Grand de Las Vegas.
Su combate titular encabezará una cargada cartelera de Premier Boxing Champions, que incluye dos peleas por títulos mundiales, aspirantes prometedores y excampeones que buscan regresar al primer plano. Todo esto como parte de una intensa noche de boxeo transmitida por
Prime Video en PPV ($79.95), desde la capital del boxeo.
A pesar de que Pacquiao (62-8-2, 39 KOs) parte como claro no favorito en las apuestas —con una línea de aproximadamente +370—, muchas figuras del mundo boxístico
consideran que Barrios (29-2-1, 18 KOs), elegido cuidadosamente, es un rival vulnerable.
«Yo veo ganando a Pacquiao por su juego de pies —esas pantorrillas que tiene son increíbles», declaró De La Hoya a la prensa.
«Cuando salta en la punta de los pies, te confunde y lanza golpes desde ángulos inesperados, no se cansa. No me importa si tiene 50.000 años, no se va a cansar. Es una máquina. Creo que el volumen de trabajo va a ser demasiado para Barrios».
Barrios, por su parte, no está dispuesto a aceptar esa narrativa. Ha prometido invertir los papeles y retirar al llamado
“Mexicutioner”, tal como Pacquiao hizo con De La Hoya.
“El Azteca” asegura que su sentido del tiempo
superará a la velocidad del veterano filipino.
Manouk Akopyan es redactor principal de The Ring. Síguelo en X e Instagram: @ManoukAkopyan