Nathaniel Collins está encantado de tener la oportunidad de “matar dos pájaros de un tiro” cuando vuelva a medirse con
Cristóbal Lorente, en una eliminatoria final por el título mundial pluma del CMB.
En octubre, Collins (17-0-1, 8 KOs) y Lorente (20-0-3, 8 KOs) empataron en
una pelea a 12 asaltos por decisión dividida en Glasgow, en un combate estelar en disputa del título europeo del español.
La revancha siempre pareció probable y, con el excampeón británico y de la Commonwealth de las 126 libras situado como número 1 del ranking del CMB y Lorente en el puesto 3, el organismo sancionador ha decidido que el segundo enfrentamiento tenga implicaciones directas de título mundial para el ganador.
Aún no se ha anunciado la fecha ni la sede del combate.
Hace dos semanas, Collins estuvo inmerso en un escenario complejo que involucró al excampeón pluma del CMB
Stephen Fulton, al campeón interino
Bruce Carrington y al campeón en receso
Rey Vargas.
El viernes se anunció que Carrington (16-0, 9 KOs) se enfrentará a
Carlos Castro (30-3, 14 KOs) por el cinturón que Fulton dejó vacante. El combate a 12 asaltos servirá como coestelar del choque superligero entre
Teófimo López y Shakur Stevenson el 31 de enero. DAZN transmitirá en vivo “The Ring 6” desde el Madison Square Garden de Nueva York.
El panorama se ha aclarado considerablemente. Collins sabe que, si derrota a Lorente en la revancha, obtendrá una oportunidad por el título del CMB.
“Sí, fue un poco una sorpresa, pero creo que era hacia donde se dirigían las cosas. Los demás están ocupados ahora, así que pienso que esa era la opción”, le dijo a The Ring el escocés de 29 años.
“Siempre va a estar Lorente, y obviamente eso me alegra porque puedo vengarme.
“Un combate directo por el título mundial habría sido bueno, pero evidentemente surgieron otros planes. Siento que gané la primera pelea y no creo haber conocido a nadie que piense lo contrario; esta es una oportunidad para demostrar realmente de qué estoy hecho y conseguir esa victoria”.
Las lecciones que Collins aprendió en el primer enfrentamiento con Lorente deberían resultar invaluables.
El zurdo de Bearsden arrancó con fuerza y llegó a la mitad del combate en ventaja, pero Lorente se negó a desaparecer y aumentó gradualmente su volumen de golpes.
En lugar de utilizar su velocidad y su juego de pies, Collins decidió intercambiar golpe por golpe con el español, y lo que parecía una noche cómoda de trabajo se convirtió en una batalla intensa y muy disputada.
Muchos boxeadores toman decisiones apresuradas o hacen cambios radicales tras un resultado decepcionante, pero Collins tiene claro exactamente dónde se equivocó.
Una vez que pasó la decepción y analizó con detenimiento lo sucedido, llegó a la conclusión de que, al más alto nivel, hay momentos para pelear y otros para apoyarse en su técnica y habilidad boxística.
“Creo que si hubiera boxeado como lo hice en los primeros seis asaltos, habría sido una noche fácil”, afirmó.
“De hecho, estaba viendo la pelea entre Abdullah Mason y Sam Noakes hace un par de semanas, y la esquina de Mason le decía: ‘Si simplemente boxeas, es una pelea fácil’, y él solo quería demostrar algo. Creo que eso pasa con algunos boxeadores: pueden ser de clase mundial, pero sienten la necesidad de probar algo”.