Manny Pacquiao es tan humilde como se puede ser, pero aunque no lo diga explícitamente, sabe muy bien el tipo de peleador que fue en sus mejores años.
Ahora con 46 años, Pacquiao busca revivir sus días de gloria.
El próximo 19 de julio, pondrá fin a un retiro de cuatro años cuando se enfrente al campeón mundial welter del CMB,
Mario Barrios.
A su edad, Pacquiao podría demostrar que aún le queda gasolina en el tanque, pero el feroz y letal peleador que fue en su juventud parece haber quedado atrás… aunque no del todo.
Durante su retiro, Pacquiao evitó hacer muchas apariciones públicas relacionadas con el boxeo. Sin embargo, nunca dejó de seguir de cerca lo que ocurría en el deporte que ama.
Naturalmente, dada su estatura en el boxeo, Pacquiao se siente atraído por los grandes peleadores. Antes de alcanzar la fama y la gloria, peleaba con un estilo único, agresivo y explosivo. Muchos han intentado replicarlo, pero prácticamente todos han fracasado. Todos, excepto Naoya Inoue.
“Su estilo es como el mío cuando era joven,” comentó Pacquiao recientemente ante un grupo de periodistas.
Habitualmente, Inoue (30-0, 27 KOs) recibe a sus oponentes con una sonrisa antes de buscar el nocaut. Su potencia, la velocidad difícil de cronometrar y su movilidad refinada lo han llevado a convertirse en campeón indiscutido en dos divisiones.
Tras haber noqueado recientemente a Ramón Cárdenas, Inoue comenzó a coquetear con la idea de subir de peso. Transitar divisiones mientras arrebata títulos mundiales a campeones indefensos se ha convertido en su sello. Irónicamente, eso fue exactamente lo que hizo Pacquiao en su apogeo.
Nadie sabe con certeza hasta qué peso llegará Inoue antes de cerrar su carrera. Pero siendo el único peleador en la historia en conquistar títulos en ocho divisiones distintas, Pacquiao se muestra dispuesto a compartir su experiencia.
“Puede pelear en distintas divisiones,” dijo Pacquiao. “Si quiere mi consejo sobre qué hacer, se lo puedo dar.”