Junio ha sido históricamente un mes de altibajos para los hermanos Smith.

En 2017, Paul Smith Jr cerró su carrera profesional con una amplia derrota por decisión unánime ante Tyron Zeuge en Alemania, dos años después de enfrentarse a campeones del mundo en dos divisiones como Arthur Abraham y Andre Ward.

Stephen Smith, quien luego se convirtió en entrenador, disputó su penúltima pelea en junio de 2019, tras una serie de combates ante rivales modestos en el norte de Inglaterra, buscando reencontrarse tras quedarse corto ante la élite del superpluma.

En junio de 2015, Callum Smith dio su primer paso en la escena mundial al vencer por decisión al francés Christopher Rebrasse, mientras que un año después, su hermano Liam defendió con éxito por segunda vez el título mundial OMB del peso superwélter al detener a Predrag Radosevic. Esa misma corona pasaría a manos de Canelo Álvarez tres meses después, quien lo derribó en tres ocasiones antes de finalizarlo en el noveno asalto.

Ahora, nueve años y numerosos campos de entrenamiento después, Liam Smith (33-5-1, 20 KOs) atraviesa un momento complicado tras un discreto regreso al equipo de Matchroom Boxing, en una velada en la que los suyos quedaron 0-3 ante el establo de BOXXER de Ben Shalom. La cartelera fue encabezada por la dramática victoria de Chris Eubank Jr sobre Conor Benn en el Tottenham Hotspur Stadium de Londres.

A dos años y medio de haber sorprendido con un nocaut en el cuarto asalto sobre Eubank Jr, Smith solo ha peleado dos veces desde entonces, sufriendo derrotas duras en distintos contextos: primero fue superado ampliamente en la revancha con Eubank, y luego Aaron McKenna lo venció con autoridad el pasado 26 de abril, en la mejor actuación de su carrera.

Smith cumplirá 37 años el mes que viene, y a diferencia de la presentación combativa que ofreció Callum frente a Joshua Buatsi en Riad, muchos se preguntan si Liam tiene aún las condiciones físicas para rendir a un nivel de élite en el peso mediano. Como ha dicho en múltiples ocasiones respecto a sus hermanos, no tiene intención de seguir si siente que no puede competir sin ponerse en riesgo.

Su análisis de la derrota de su compañero de gimnasio Josh Taylor ante Ekow Essuman también fue revelador: un ex campeón mundial diciéndole a otro, de forma clara, que es hora de evaluar con seriedad su futuro, especialmente considerando los niveles que alguna vez alcanzaron.

En cuanto a su propia situación, Smith reconoce que hay preguntas pendientes por responder. Más allá de la inactividad, las lesiones han mermado su rendimiento en el ring.

"Tuve dos años horribles", confesó a The Ring. "Una lesión en la espalda, un disco abultado, una hernia discal... Desde que se anunció la revancha con Eubank en junio de 2023, estuve hospitalizado, me hicieron epidurales... Es duro, porque un tobillo o las manos son otra cosa, pero la espalda... te hace sentir viejo.

“Fue difícil, pero ahora estoy sin lesiones, entrenando, jugando al golf y al pádel. Parece tan lejano ese tiempo en el que ni siquiera podía caminar derecho. Así que, más allá de venir de una derrota y sentirme decaído, preguntándome si esto es el final o no, estoy bien. Tengo dos niñas hermosas en casa, soy un hombre feliz."

McKenna, clasificado N.º 10 del peso mediano por The Ring, ha cosechado los frutos de su gran victoria. Actualmente es el N.º 9 en el ranking de la FIB, y también figura en la misma posición en las listas del CMB y la AMB. Con apenas 25 años, ve ese triunfo como un trampolín hacia mejores oportunidades. Sin embargo, Smith sugiere que su bajo rendimiento pesó más en el resultado que cualquier mérito extraordinario del irlandés.

Cuando se le preguntó si McKenna hizo algo diferente a rivales anteriores, justificando así el entusiasmo que genera el talento con base en EE.UU., Smith fue tajante:

"Es una pregunta difícil, pero no te voy a mentir: no, no hizo nada que no esperara. No pega tan duro. Siento que el Liam de antes lo habría llevado a pelear mi tipo de pelea, como hice ante John Thompson (en octubre de 2015) para ganar el título mundial.

"Realmente pude haberlo metido en mi terreno, pero esa noche no pude. Eso es lo que necesito analizar y entender: ¿por qué fue así?"

Por ahora, el tiempo dirá si Smith puede redescubrir la mejor versión de sí mismo o si la reflexión post-McKenna marcará el inicio de una retirada definitiva. Mientras tanto, su pupilo, el peso ligero Frankie Stringer (10-0, 1 KO), sumó otra victoria a ocho asaltos ante Kane Baker el pasado fin de semana en Barnsley, y podría tener una gran oportunidad en septiembre. Para entonces, deberíamos tener más claridad sobre el futuro de un ex campeón que ha pasado demasiado tiempo en la camilla.