En junio, Nakatani (31-0, 24 nocauts)
unificó una división por primera vez cuando detuvo en seis asaltos a su compatriota y campeón gallo de la AMB, Ryosuke Nishida. En una demostración brutal de potencia y precisión, “Big Bang” defendió su título del CMB y además añadió a su creciente colección el campeonato vacante de The Ring.
“[Nishida] fue agresivo y vino a pelear”, declaró Nakatani a
The Ring a través de un traductor. “Eso era algo que esperaba de él; era predecible, así que yo también fui más agresivo en esa pelea.”
“Ganar el campeonato de The Ring Magazine fue un gran honor. Fue una motivación enorme para mí porque demostró que yo era el mejor peso gallo del mundo. Gané ese cinturón y ahora toca dar el siguiente paso en las 122 libras”.
Este movimiento hacia el norte acerca a Nakatani un paso más a un apetitoso choque por
el título indiscutido frente a su compatriota y también sensación libra por libra, Naoya Inoue. Salvo por una aparición en el pódcast Mr. Verzace, ambos se han mantenido en gran medida distantes aquí, en Riad, dentro de la tempoada de riad.
Cada vez que
Inoue y Nakatani coinciden en la misma sala, no hay comunicación ni reconocimiento mutuo, y la tensión se puede cortar con un cuchillo. Con ambos púgiles enfocados este fin de semana en objetivos alternativos, ninguno de los dos quiere profundizar en una posible superpelea.
Incluso la mera mención de la sexta defensa de Inoue del trono indiscutido frente al mexicano Alan Picasso fue recibida con una respuesta fría y tajante.
“Ahora mismo solo estoy concentrado en Sebastian Hernández”, dijo Nakatani, negando con la cabeza. “No me importa esa pelea”.
Nakatani, de 27 años, pasó menos de dos años en la división gallo y detuvo a los cinco rivales que enfrentó antes del límite. Con su estatura de 1,73 metros, es extremadamente alto para las categorías más bajas, por lo que este reciente ascenso de peso se ha sentido como una progresión natural.
“Todo va bien en términos de peso, velocidad… todo ha sido excelente para mí en las 122 libras”, señaló Nakatani, antes de reconocer que el corte de peso sigue siendo exigente.
“[Realmente] no es posible [hacer trabajo adicional de fuerza y acondicionamiento] porque se gana peso de forma natural. En el campamento hemos estado haciendo lo mismo de siempre: trabajo al saco, sombra y sparring.”
¿Y qué hay del próximo compromiso de Nakatani? Hernández, originario de Tijuana, ha conseguido 18 nocauts en 20 victorias consecutivas, pero sigue siendo en gran medida poco distinguido. La mejor victoria del fajador de 25 años sobre el papel fue un triunfo por decisión unánime a 10 asaltos ante Azat “Crazy A” Hovhannisyan en julio.
“[Hernández] tiene mucha potencia y muchos nocauts”, dijo Nakatani. “Estoy concentrado únicamente en el plan de pelea y lo seguiré desde que suene la campana inicial.
“Somos de la misma estatura y el mismo peso, [así que no tendré que boxear y moverme toda la pelea]. Lo que él hace es predecible, así que estaré listo para todo lo que traiga”.
Nakatani ya es uno de los boxeadores más logrados del deporte, y 2026 podría traer un momento que defina su legado frente a Inoue. Sin embargo, este afable guerrero japonés tiene objetivos a largo plazo más allá del intercambio de golpes con “The Monster”.
“Continuaré mi camino, paso a paso”, afirmó Nakatani, antes de poner en aviso a las divisiones superiores. “Ahora es el [peso supergallo], luego será 126 y 130. Estoy motivado para convertirme en el mejor boxeador libra por libra del mundo”.