Frank Warren proclamó a Hamzah Sheeraz como el nuevo rey de Nueva York, tras su contundente victoria
por nocaut técnico en el quinto asalto ante el favorito local
Edgar Berlanga, encabezando la cartelera de “Ring III” el pasado sábado por la noche.
Sheeraz (22-0-1, 18 KOs) dejó atrás cualquier mal sabor de boca
tras el empate dividido a 12 asaltos que protagonizó contra el campeón mundial del CMB en peso mediano,
Carlos Adames (24-1-1, 18 KOs), el pasado 22 de febrero. Aquella noche, Sheeraz peleó con la mano izquierda fracturada desde el quinto asalto, lo que naturalmente le impidió mantener su volumen habitual de golpes en la segunda mitad de ese tenso combate. A eso se sumó la intervención apasionada de HE Turki Alalshikh desde el ringside y algunas decisiones cuestionables desde su esquina, lo que hizo comprensible que fuese blanco de críticas.
Sin embargo, tras seis semanas alejando los reflectores, Sheeraz anunció
un cambio importante en su equipo: Andy Lee sustituía a su entrenador de toda la vida, Ricky Funez, como nuevo jefe de esquina, con el púgil británico de 26 años describiendo la experiencia previa en Riad como “una bendición disfrazada”.
Subiendo a la categoría de peso supermediano después de tres años compitiendo en las 160 libras, el embajador de Riyadh Season no quiso una pelea de adaptación y declaró a Louis Hart, de The Ring, su disposición a enfrentar a Berlanga como bienvenida a la nueva división. Menos de una semana después, el combate quedó oficialmente confirmado.
Sheeraz agradeció públicamente a una clínica médica en Dubái que aceleró su proceso de recuperación —señalando que fue un 50% más rápido de lo habitual—, y reanudó su entrenamiento bajo la supervisión de Andy Lee en Dublín, Irlanda, iniciando su campamento a mediados de mayo.
Los problemas de Sheeraz para bajar de peso a la categoría inferior solo se hicieron evidentes para su promotor y presidente de Queensberry Promotions, Frank Warren, después de aquella floja actuación frente a Adames. Aunque Sheeraz había declarado a The Ring que pretendía mantenerse en las 160 libras para posibles combates contra el campeón unificado
Janibek Alimkhanuly (17-0, 12 KOs) o en un choque británico ante
Chris Eubank Jr. (35-3, 23 KOs), su noche gris en Arabia Saudí forzó un cambio inevitable. Igual que cuando intentaba dar las 154 libras, probablemente se había excedido.
Por su parte, Berlanga —que debutó como profesional en peso mediano en 2016— compite de manera plena en las 168 libras desde 2020. Aun así, el británico de 1,91 metros era claramente el más grande en el ring, y eso se notó. Berlanga, consciente del poder físico de Sheeraz, trató de ajustar su estrategia, pero no logró adaptarse a tiempo a los cambios que su rival ejecutó durante el combate.
Así lo explicó el propio Sheeraz en la conferencia de prensa posterior:
“Mis respetos para Edgar, no creo que esperara que yo peleara en corto. Le escuché en el segundo o tercer asalto, cuando me vio cambiar el plan, decir ‘ah, m…’, y ahí supe que la pelea ya era mía, en ese momento supe que tenía la ventaja mental.
“Solo era cuestión de conectar. Y hay que recordar que él es un tipo grande, camina por ahí con 210 libras o lo que sea, bajando hasta las 168, eso no es sano en absoluto, no vas a tener cardio. Yo ya pasé por eso peleando en 160. Todo es experiencia: cuando aprendes esos pequeños detalles en el boxeo, los puedes aplicar a tu juego, y eso fue lo que hice.”
Warren, al ser consultado por Izzy Asif, presidente de GBM Sports, acerca de la lealtad entre promotor y boxeador y sobre lo que viene a futuro, respondió:
“Ha sido un proceso de desarrollo. Mucha gente estuvo criticando la última pelea, pero no sabíamos que estaba teniendo problemas de peso, si lo hubiera sabido, ¡lo habría detenido! Lo solucionamos de inmediato. Como hombre, fue directo a lo más profundo: nada de probar el agua con un dedo, se lanzó contra un rival reconocido, que incluso llegó hasta el final con Canelo.
“Quiero ver la pelea en Las Vegas [Canelo vs. Crawford] en septiembre. Con base en esta actuación, todas las organizaciones lo van a poner número uno. No es un corredor, él viene a pelear: tiene un gran corazón y un gran poder de pegada. Nunca lo he visto en una pelea aburrida cuando está en su mejor nivel, y es un placer trabajar con él.”
Tras dos peleas importantes separadas por apenas cuatro meses y medio, Sheeraz expresó su deseo de volver a subir al ring entre ahora y 2026, participe Canelo en sus planes o no. Adames ha sido insistente en redes sociales pidiendo una revancha para resolver cuentas pendientes en el peso supermediano, mientras que hay una larga lista de posibles enfrentamientos que podrían presentarse antes de llegar a compartir cuadrilátero con alguno de sus ídolos deportivos.