Un pequeño pueblo en el este de Eslovaquia, originalmente nombrado por el mercado de quesos que se celebraba en su centro, puede parecer un punto de partida improbable para la próxima gran historia de los pesos pesados.
A solo unos kilómetros de la base de los montes Cárpatos se encuentra Kezmarok, hogar de unos 17.000 habitantes y lugar de nacimiento de
Moses Itauma —o Enriko, para sus amigos—, el prodigio de 20 años que nunca ha perdido una pelea en su vida.
Su ascenso desde que debutó como profesional en enero de 2023 ya había captado la atención de los fanáticos del boxeo, pero la forma en que derrotó al experimentado ex retador mundial Dillian Whyte,
en apenas 119 segundos en Riad, Arabia Saudita, el pasado sábado por la noche, le abrió las puertas al gran público.
Aunque nunca contó con el trampolín olímpico de
Anthony Joshua, el dos veces campeón mundial de los pesos pesados, las comparaciones con
Mike Tyson y su capacidad de triturar rivales de manera similar han despertado el interés del público deportivo en general. Y con el boxeo británico entrando de lleno en la era posterior a AJ, clamando por una nueva estrella, la llegada de Itauma no pudo haber estado mejor sincronizada.
Pero, como muchas historias de este tipo, los comienzos fueron poco prometedores, lo que nos lleva de nuevo a Kezmarok. Allí se habían asentado su padre nigeriano y su madre eslovaca para criar a sus tres hijos: el mayor Karol, el del medio Samuel y Moses, quien nació tres días después de Navidad en 2004. Moses era su nombre oficial, pero su madre también lo llamaba Enriko, por su músico favorito, Enrique Iglesias.
La familia no permaneció mucho tiempo allí, pues el racismo obligó a sus padres a buscar un nuevo rumbo. “Había mucho racismo en Eslovaquia”, contó Itauma en 2023. “Cuando mi hermano era pequeño tenía asma muy grave, así que lo ingresaron en un hospital de recuperación. Mi hermano Samuel, que es mucho más oscuro que yo, fue encerrado en un armario durante un par de horas. Los niños decían que no jugarían con él porque era negro. Cada día volvía a casa llorando, hasta que mi madre se hartó”.
Primero fueron Karol y sus padres quienes viajaron a Inglaterra, mientras Moses vivía una temporada en el pueblo de su abuela. Finalmente, se unió a ellos en 2008. “Karol no sabía ni una palabra de inglés cuando se mudó y mi madre lo metió de golpe en la escuela”, recordó Itauma. “Tendría unos seis o siete años y tuvo que aprender rápido”.
Aprender rápido era algo en lo que Karol destacaba, y esa cualidad se extendió al boxeo. La familia se mudó a Chatham, Kent, y enviaron a los niños a una escuela con un historial notable en la formación de boxeadores. “Creo que mi escuela tuvo nueve campeones nacionales”, dijo Moses. “Y Karol estaba en una clase con dos boxeadores del St. Mary’s Amateur Boxing Club. Un día los escuchó hablar y decidió ir al gimnasio para probar”.
Esa decisión cambiaría sus vidas para siempre. No pasó mucho tiempo hasta que Moses siguió los pasos de su hermano mayor. Pero mientras Karol se enamoró del boxeo de inmediato, en el caso de Moses, cuatro años menor, no fue así.
“Después de cinco o seis sesiones ya me cansé y volví al fútbol”, contó. “Pero me aburrí tan rápido del fútbol que regresé al gimnasio y no he salido desde entonces. Tenía nueve años”.
Cuatro años después de su primer combate, Karol, con 17, ganó oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2019, y su hermano menor avanzaba con rapidez también. “Ayudaba mucho que Karol ya estuviera boxeando”, dijo Moses. “Me despertaba para ir a correr”.
A los 10 años, Moses pesaba 48 kg (105,8 libras) en su primer combate de habilidades, pero crecía deprisa, pasando de 56 kg (123,4) a 72 kg (158,7) en un solo año. En el ring, la progresión fue igual de veloz: en su cuarto combate disputó una semifinal del Campeonato de Europa contra un ucraniano con más de 30 peleas. Itauma lo detuvo en un asalto. Luego venció a un ruso en la final y se coronó campeón de Europa por primera vez.
Al año siguiente ya era un peso pesado de 95 kg (209,4) y ganó títulos nacionales y europeos en la misma temporada antes de que la pandemia lo detuviera todo. Tenía 15 años cuando se registró el primer caso del virus mortal y, al entrar Gran Bretaña en confinamiento en marzo de 2020, su carrera amateur, como la de todos, quedó en pausa.
Pero, fiel a su vida, esa puerta cerrada solo lo llevó a abrir otra. Mientras a los amateurs no se les permitía hacer sparring, los profesionales sí, y así comenzaron las historias legendarias de un adolescente que llegaba al gimnasio aún con uniforme escolar para medirse con algunos de los mejores del mundo.
Lawrence Okolie todavía afirma que,
con 15 años, Itauma le dio el sparring más duro de su vida. También compartió el ring con Joshua, Joe Joyce,
Daniel Dubois y muchos más.
“Obviamente yo y Karol hacíamos mucho sparring en el jardín y todo eso”, contó. “Pero ya estaba muy pesado y necesitaba amenazas reales”.
No hay muchos pesos pesados zurdos disponibles, así que cuando su entrenador lo ofreció para sparrings profesionales, Shane McGuigan —entrenador de Okolie en aquel momento— se sorprendió al verlo entrar por la puerta. Esa misma noche le dijo a su amigo George Groves: “Ese chico es el mejor púgil de 15 años que he visto en mi vida”.
A pesar de codearse con profesionales, todavía tenía camino como amateur, y llegó a convertirse en el único boxeador en conseguir oro europeo ganando todos sus combates por nocaut… y todos en el primer asalto. También ganó oro en el Mundial juvenil, aun compitiendo enfermo durante el torneo.
Lo lógico para un amateur de tanto talento habría sido un ciclo olímpico, pero no para Itauma.
“No sé cómo decirlo sin decirlo directamente”, admitió, “pero mi familia necesitaba que me hiciera profesional, si me entiendes.
“No vengo de un entorno privilegiado. Mis hermanos y yo cenábamos arroz con mayonesa, si entiendes a lo que me refiero. Muchas veces la pregunta era: ‘¿Qué cenamos hoy?’ y no había nada. Decíamos: ‘Bueno, dormimos y ya’.
“Perdía mucho peso. Cada vez que iba a entrenar había bajado uno o dos kilos. Mi entrenador, Dan Woledge, me preguntaba por qué y yo respondía: ‘No tengo dinero para comida’. Llegué a perder casi 25 kg [55,1 libras] hasta que él intervino y empezó a patrocinarme un poco. Luego también entró Frank Warren”.
Warren, promotor del Salón de la Fama, ya había firmado a Karol, y cuando vio que el joven de 17 años quería dar el salto al profesionalismo, no dudó. Moses se hizo profesional oficialmente el día de su 18º cumpleaños, el 28 de diciembre de 2022.
Su récord amateur final fue 24-0 y debutó como profesional en enero de 2023.
Cabe destacar que Itauma (13-0, 11 KOs) ha necesitado solo 26 asaltos en el profesionalismo para construir ese registro. Apenas ha disputado 37 peleas en total, pero
ya hay voces pidiendo que enfrente a Oleksandr Usyk, veterano de 350 combates amateurs y 24 triunfos impecables en el profesionalismo.
El tiempo dirá si ese combate llega demasiado pronto para Itauma, pero lo que parece seguro es que Kezmarok, Eslovaquia, tendrá a su primer campeón mundial de los pesos pesados en un futuro no muy lejano.