LAS VEGAS — Terence Crawford hizo su caminata al ring como un forajido bajo la canción “Canción Del Mariachi”, cargando un estuche de guitarra, y procedió a arrebatar sin piedad los títulos de la superestrella mexicana Canelo Álvarez.

Crawford tocó a la perfección todas las cuerdas correctas para ganar de manera contundente el sábado en el Allegiant Stadium durante el fin de semana de la Independencia de México, frente a una multitud récord de 70,482 personas.

Después de obtener las joyas del supermedio, Crawford declaró que el título de Álvarez como el abanderado global del deporte ya no es válido.

“Ahora soy la cara del boxeo, y el mejor libra por libra del mundo como siempre lo he sido,” dijo Crawford durante sus declaraciones después de la pelea.

“Esto es lo más alto de lo más alto. Canelo es uno de los grandes de todos los tiempos. Él es el último. Ya no hay más Canelos. Cuando miras alrededor, dices: ‘Yo soy el Canelo.’”

Crawford disfrutó de su papel como desfavorecido y desmintió el dicho que a menudo se repetía “que existen categorías de peso por una razón” al subir dos divisiones para destronar al rey de las 168 libras.

“Me siento genial,” dijo Crawford. “Cualquiera puede ser un don nadie. Mucha gente dudó, dijo que no peleé con nadie, que no puedo vender, que no tengo personalidad. Me descartaron durante años y años, y todo llegó a su fin.

“Estoy bendecido por Dios. Mucha gente no me dio crédito ni creyó en mí … Siempre habrá excusas [de otros] detrás de mis victorias. Eso es lo que pasa cuando eres grande y estás muy por delante de la competencia. No te respetan. Piensan que peleas con don nadies.

“Un reconocimiento a Turki Alalshikh y a la Temporada de Riad. Creyeron en mí desde el primer día para poner el dinero detrás de mí. Esto no sería posible sin ellos.”

Crawford (42-0, 31 nocauts) es ahora un campeón en cinco divisiones, campeón indiscutido en tres divisiones y el peleador número 1 libra por libra del mundo según The Ring.

Su carrera está siendo romantizada como nunca antes, y finalmente está recibiendo sus flores a montones.

Y con toda razón.

Después de todo, esta muy bien podría haber sido su canción de despedida y su última caminata al ring.