LONDRES, Inglaterra – En la primera semana de abril de 2016, Conor Benn pesaba poco más de 140 libras y su única experiencia en el boxeo eran 22 combates amateur disputados en gimnasios improvisados y “cobertizos” en Sídney, Australia.

El martes 5 de abril de ese año, fue presentado formalmente como el nuevo fichaje de Matchroom en una conferencia de prensa en Trinity House, Londres, apenas cuatro días antes de su debut profesional. El adolescente sonriente de aquel entonces es casi irreconocible comparado con el hombre que enfrentará a Chris Eubank este sábado por la noche en Tottenham.

Solo tres días antes, el Sábado de Pascua de 2016, Eubank había conquistado el título británico del peso medio tras detener trágicamente a Nick Blackwell en el décimo asalto, en el Wembley Arena, pelea durante la cual Blackwell sufrió una hemorragia cerebral que lo retiró del boxeo para siempre.

El punto es que, en ese entonces, el Benn de 19 años y el Eubank de 26 vivían en mundos completamente distintos. Por diferencia de edad, experiencia y unas 20 libras de diferencia entre ambos, nadie en su sano juicio habría imaginado que sus caminos llegarían a cruzarse.

Aun así, en aquella conferencia de prensa junto al Támesis, el nombre de Eubank ya ocupaba un lugar central cuando Benn abandonó la mesa principal para atender a los pocos medios presentes.

“Recuerdo bien las preguntas de ese día”, cuenta Benn desde su campo de entrenamiento en Essex. “Yo pensaba que todo aquello era una fantasía, pero aun así todos me preguntaban si algún día pelearíamos.

“Era un gran tema, pero yo solo decía: ‘¡Si aún ni he peleado por primera vez, dame un minuto!’”.

Los nueve años y medio que han transcurrido desde esos primeros pasos no han sido un camino fácil para Benn, y la ruta hacia Eubank estuvo cerca de bloquearse por completo cuando dio dos resultados analíticos adversos por Clomifeno en controles de VADA previo a su pelea prevista para octubre de 2022.

Según su padre Nigel, Benn gastó más de un millón de libras para “limpiar su nombre”, y no fue hasta noviembre de 2024 que el Panel Nacional Antidopaje lo exoneró completamente.

Su primer enfrentamiento, en abril, valió la pena la espera: ofrecieron una guerra de 12 asaltos que llevó a ambos a lugares a los que nunca antes habían llegado como profesionales. Tres décadas después del segundo y último choque entre sus padres en Old Trafford, los hijos estuvieron a la altura del legado con una clásica batalla en el Tottenham Hotspur Stadium, que Eubank ganó por puntos.

Este sábado volverán a verse las caras en la revancha pactada contractualmente. Benn ya ha insistido en que no le interesa una trilogía, incluso si iguala la serie con una victoria. Su futuro está en el peso wélter, y desea poner punto final a esta rivalidad con los Eubank.

Se le plantea entonces a Benn —quien ahora tiene la misma edad que Eubank cuando venció a Blackwell— que la noche del sábado podría representar la última pelea entre ambas familias. Los padres se enfrentaron por primera vez en 1990, aunque ya se hablaba del duelo desde finales de los años 80, lo que significa que una rivalidad cercana a los 40 años llega a su fin bajo su responsabilidad. También implica su última oportunidad para lograr una victoria familiar.

“No lo pienso de esa forma porque yo soy el que ha estado metido en todo esto”, responde. “Pero ahora que lo dices así… voy a estar pensando en eso toda la semana. La presión está ahí”.

Aunque lo dice a medias en broma, Benn sabe que mucho está en juego para su reputación este sábado. Aunque la pelea será dos divisiones por encima de su peso natural, una segunda derrota consecutiva ante su gran rival sería dañina para una carrera que ya estuvo en pausa por la larga historia del Clomifeno.

“Estoy emocionado de que este capítulo termine”, dice. “He estado hablando de Chris desde aquella primera conferencia de prensa antes incluso de pelear por primera vez.

“Estoy emocionado de que se acabe todo esto y no volver a escuchar su nombre nunca más. No tendré que pensar en él cuando entrene. Podré seguir adelante, y ya está. Podré saludarle sin ninguna animosidad: ‘¿Qué pasa, Chris? ¿Todo bien, tío?’”

Uno percibe que solo una victoria real en la revancha le dará verdadera paz, pero Benn confía en que esta vez hará las cosas bien. Cuando se le pregunta específicamente qué debe ajustar para el sábado, responde sin rodeos:

“Perdí la cabeza”, admite. “Dicen por ahí que aún la estoy buscando.

“Mi cabeza se fue en cuanto sonó la campana del primer asalto. Pensé que no había vuelta atrás, que tenía que agarrarlo como fuera. Entre asaltos me sentaba en la esquina sin idea de nada: si había ganado un round, si no… ni siquiera pensaba en eso”.

Benn reconoce que la magnitud del evento lo sobrepasó la primera vez y eso contribuyó a su desempeño frenético pero, al final, fallido. Durante aquella semana de pelea ya se le había visto tenso, cortante en sus respuestas y difícil de tratar.

Ahora, hablando con The Ring a pocos días de la revancha, está mucho más relajado. Ríe y enseña fotos y videos de su hijo pequeño, Eli, cuando se le pregunta cómo ha sido entrenar en casa de nuevo, tras haber realizado su primer campamento en Mallorca.

Era solo un chico en 2016, cuando debutó en una velada que incluía a Matthew Macklin, George Groves y Lee Selby, además del nocaut de Anthony Joshua a Charles Martin, que le dio sus primeros títulos mundiales de peso pesado. Ahora es un hombre, con su esposa Victoria y dos hijos pequeños, Eli e Idony.

“En casa tengo un anexo que usamos como casa de campamento”, explica. “Está en el mismo terreno, pero separado de la casa principal.

“Pero a veces cruzaba a la casa principal y era tan pacífico… Veía a mis dos hijos desayunando, a Vic preparando café, y pensaba: ‘Para esto es todo’. Los veo así, tranquilos, y sé que ese es el premio. Trabajo hecho. Es como decir: lo logré. Lo he conseguido”.

Curiosamente, esta semana se reveló que Eubank también será padre por primera vez, ya que su pareja espera gemelos. Aunque las insinuaciones han sido en tono de broma, el hecho de que sus hijos nacerán con edades similares deja la puerta abierta a que la historia Eubank–Benn quizá no termine del todo el sábado.

“Escucha, puede que Eli diga: ‘Sí, me encanta, quiero hacerlo’. Lo más probable es que lo haga. Y si lo hace, tendrá mi bendición y todo mi apoyo.

“Pero ahora mi trabajo es estar presente para mis hijos, y de eso va todo esto.”