El próximo mes se cumplirán nueve años desde que Gran Bretaña dominó el mundo del boxeo por primera y única vez en la historia moderna del deporte.
Fue cuando
Kal Yafai, de Birmingham, derrotó a Luis Concepción para conquistar el cinturón supermosca de la AMB, convirtiéndose en el 13.º británico en aquel momento en poseer una versión de un título mundial.
El país nunca había contado con tantos campeones simultáneos y, desde entonces, jamás ha vuelto a acercarse. Ese decimotercer título, que Yafai aseguró el 16 de diciembre de 2016, colocó a Gran Bretaña un paso por delante de Estados Unidos, que tenía 12, mientras México contaba con 8 y Japón con 6.
La lista incluía nombres como
Anthony Joshua (campeón pesado FIB), Tony Bellew (campeón crucero CMB), además de Carl Frampton,
Billy Joe Saunders,
James DeGale, entre otros.
En aquel momento, nadie podía explicar con total claridad qué había provocado tal auge del boxeo británico, con figuras recogiendo títulos mundiales a un ritmo frenético, ya fuera en casa o en el extranjero, como cuando
Kell Brook derrotó a
Shawn Porter en California para coronarse campeón welter de la FIB.
Quizá se debió al exitoso programa amateur que impulsó a Joshua y DeGale al oro olímpico unos años antes, quizá fue coincidencia, o tal vez suerte. Algunos sostienen que el boxeo es cíclico y que Gran Bretaña simplemente entró en un pico natural.
Sea como fuere, aquel momento dorado fue justamente eso: una racha, y no pasó demasiado tiempo antes de que esos campeones perdieran sus cinturones y el país cayera nuevamente del primer puesto.
Ahora, nueve años después de aquellos días gloriosos, Gran Bretaña cuenta apenas con tres campeones mundiales masculinos.
Y uno de ellos,
Fabio Wardley, fue
elevado a su puesto por correo electrónico después de que
Oleksandr Usyk dejara vacante su título absoluto a principios de esta semana.
En otras categorías,
Nick Ball —
número 3 del ranking pluma de The Ring— permanece como campeón AMB, mientras que Lewis Crocker, fuera del top 10 welter de The Ring, es el monarca de la FIB en las 147 libras.
Pero este sábado por la noche, en el ANB Arena de Riad, Gran Bretaña podría pasar de tres a cinco campeones mundiales en cuestión de una velada si tanto Anthony Yarde como Sam Noakes logran imponerse.
Yarde, en su tercera oportunidad mundialista, enfrentará al campeón semipesado del CMB, David Benavidez, mientras que el pegador de Maidstone, Noakes, y Abdullah Mason disputarán el título ligero vacante de la OMB, como parte del evento The Ring IV: Night of Champions transmitido en vivo por DAZN.
Yarde (27-3, 24 KOs),
cuarto del ranking semipesado de The Ring, ha reconstruido su carrera tras caer por detención ante Sergey Kovalev y Artur Beterbiev. A sus 34 años, podría volver a colocarse en ruta titular aun si pierde el sábado, pero sería otro camino largo.
Noakes (17-0, 15 KOs), por su parte, pelea por su lugar en la ya abarrotada élite del peso ligero.
Ha dicho que una victoria sobre Mason —y el cinturón OMB que conlleva— será su billete hacia las súper estrellas de la división. Tiene 28 años y no es el favorito, pero un campeón británico en el peso ligero abriría puertas a peleas de gran repercusión.
Lo mismo puede decirse de Yarde en el peso semipesado.
El campeón de The Ring, Dmitry Bivol, continúa dominando en 175 libras, mientras que Beterbiev es el número 1 del ranking, seguido por Benavidez en el 2 y Callum Smith en el 3.
El púgil de Liverpool se espera que enfrente a David Morrell por el cinturón interino de la OMB.
Y si Yarde consigue el título CMB este fin de semana, un duelo 100% británico ante Smith sería enorme para el país, especialmente cuando los aficionados han sido privados de Anthony Joshua vs Tyson Fury y otras peleas domésticas obvias.
Aunque una doble victoria británica en Riad no devolvería al Reino Unido a aquella marca histórica de 13 campeones, sí demostraría que el país aún es capaz de conquistar títulos importantes en algunas de las divisiones más calientes del momento.
En un deporte donde existen 68 títulos mundiales masculinos (sin contar interinos, “regulares” o cinturones en receso), un mercado tan grande como el Reino Unido debería poseer más de tres.
Si las cosas no salen bien para Noakes y Yarde, hay otros nombres esperando en la cantera, como Moses Itauma y Hamzah Sheeraz, que parecen destinados a conquistar coronas mundiales para Gran Bretaña.
Pero derrotas este sábado apagarían las esperanzas de varias grandes peleas británicas en los próximos años en los pesos ligero y semipesado.
Pero si ambos ganan, y llevan al Reino Unido a cinco campeones, tal vez el próximo ciclo dorado haya comenzado finalmente.