Cada vez que un boxeador pierde por primera vez, es muy tentador para él analizar en exceso las causas y las consecuencias de la derrota, y correr el riesgo de echar a perder años de arduo trabajo exitoso por una mala noche.

Después de perder su récord invicto ante Ezra Taylor a principios de este año, Troy Jones no tuvo tales pensamientos.

Jones se sintió decepcionado, pero la derrota no le ha dejado cicatrices duraderas ni ha hecho que el popular semipesado dude de su capacidad.

No se ha desvelado pensando en cómo la derrota afectará la venta de sus entradas ni se ha preguntado si debería replantearse su enfoque.

Jones solo quería volver directamente al ring. Lo hará este fin de semana. Jones (13-1, 6 nocauts) peleará contra Liam Cameron (23-7-1, 10 nocauts) en el Co-op Live Arena de Mánchester. El evento será transmitido por DAZN.

“¿Sabes qué? No pienso en nada externo”, dijo Jones (13-1, 6 nocauts) a The Ring.

“Tuve una entrevista el otro día y me preguntaron por qué estoy en esto. Estoy en esto porque peleo. Amo pelear. No lo hago por razones económicas; ya estaba bien económicamente antes de empezar en el boxeo. Tenía una buena carrera fuera de él.”

«No necesito el boxeo para eso. Estoy en el boxeo porque me gusta pelear, y quienes estén ahí contra mí se darán cuenta de eso cuando las cosas se pongan difíciles.

Si se cansan y empiezan a sufrir, están [grosería] porque yo nunca tengo problemas mentales en ese ring. Prosperaré en ese ring. Me encanta una pelea dura y me encanta meterme de lleno, así que cuando eso ocurra, la gente se dará cuenta de que eso es lo mío».

Cameron es la tercera pelea dura a la que el joven de 27 años de Birmingham ha dicho “sí” en los últimos seis meses.

La actuación de Jones contra Taylor le valió mucho más respeto por parte de los entendidos y aficionados del boxeo que por parte de los jueces, quienes otorgaron a Taylor una amplia decisión unánime.

No obstante, la derrota sí lo dejó preguntándose cuándo llegaría su próxima oportunidad. No tuvo que esperar mucho y aprovechó la ocasión de enfrentarse al protegido invicto de Oleksandr Usyk, Daniel Lapin (12-0, 4 nocauts).

Jones estaba al otro lado del Atlántico, en Boston, apoyando a su compañero Tommy Hyde cuando su entrenador, Lee Beard, recibió la noticia de que Lapin se había retirado.

Aunque él y Beard apenas habían comenzado a elaborar un plan de combate para Lapin, Jones ya se había entusiasmado con la idea de enfrentarse al alto y complicado ucraniano tras verlo sufrir para superar al campeón británico y de la Commonwealth, Lewis Edmondson, en agosto.

La noticia de que Liam Cameron había sido incorporado como sustituto fue la mejor noticia que podría haber recibido.

«En cuanto a los fanáticos británicos y los fanáticos ingleses, probablemente haya más exposición, más ojos puestos en la pelea. Para la gente que conoce a Cameron, querrán verlo después de las peleas con Ben Whittaker», dijo Jones.

«En cuanto a dónde estoy y mi posición actual, después de esa derrota creo que una buena actuación contra Cameron probablemente sea mejor para mi carrera, así que me alegré con el reemplazo.

Es una pelea para los fanáticos. Van a tener una buena pelea. No tienes que ir a buscar a Cameron. Él está ahí. No arruina las peleas».

En octubre de 2024, Cameron parecía estar en camino hacia una sorprendente victoria sobre el medallista de plata olímpico Ben Whittaker cuando ambos cayeron por encima de las cuerdas al final del sexto asalto. La pelea fue declarada empate técnico, y Cameron siguió siendo noticia hasta que Whittaker lo detuvo en el segundo asalto de su revancha el pasado abril.

Cameron ha pasado los últimos 18 meses persiguiendo grandes nombres, pero este fin de semana los papeles se han invertido. Él es ahora el que tiene el blanco en la espalda, y Jones es quien tiene todo por ganar.

«Bueno, lo quiero tanto que, si él lo quiere tanto como yo, entonces lo quiere mucho. No puedo comentar cuánto lo desea ni en qué posición mental se encuentra en su carrera, pero yo tengo hambre», dijo.

«Él lo va a notar cuando esté ahí dentro.

Estoy en forma, soy fuerte y estaré ahí. Sus tácticas de intimidación, esas que le gusta usar, se dará cuenta de que no va a empujarme hacia atrás en ese ring, y cuando sienta que le devuelvo la presión, tendrá que cambiar su estrategia, porque puedo pelear mejor que él y voy a superarlo boxísticamente. Y eso es todo».

Si Jones siente que Cameron es el oponente ideal para enderezar el rumbo, el evento de este sábado, centrado en el peso semipesado, también le brinda el entorno perfecto para hacerlo.

Estará rodeado de sus compañeros de la categoría de 175 libras. Algunos de los que participan en la cartelera lo verán como un objetivo legítimo, mientras que él también estará atento a lo que ocurra cuando Brad Rea defienda su título europeo contra Lyndon Arthur.

Jones sabe que vencer a Cameron lo es todo este fin de semana, pero aspira a hacerlo de una manera que le abra otras puertas.

«Con una buena actuación, la gente empezará a pedir peleas: él contra él, él contra él. Hay tantos semipesados en la cartelera que la gente va a pedir esas peleas. Yo estaré ahí para aceptar cualquiera, porque la gente va a empezar a notarlo», dijo.

«Acepté la pelea con Ezra. Acepté esta pelea. Algunos quieren una pelea de preparación y otra más fácil. Yo no estoy en el boxeo para eso.

Hay tantos semipesados nacionales en Inglaterra que todos deberíamos ponernos manos a la obra. Podemos darles a los fanáticos lo que quieren ver y descubrir quién es el mejor entre nosotros.

Algunos pueden tener derrotas y otros pueden vencer a ciertos rivales, pero vamos a hacerlo realidad. Yo estoy listo para eso».