Nahir Albright fue dado por descartado.

El pasado sábado por la noche, los hermanos Davis se preparaban para su gran presentación, ya que Keon, Kelvin y Keyshawn estaban programados para aparecer en la misma cartelera en Norfolk, Virginia. Sin embargo, Keyshawn no dio el peso y fue retirado del evento, lo que dejó al hermano mayor, Kelvin, con la responsabilidad de brillar en un combate coestelar reorganizado.

Como resultado, Kelvin y Albright captaron aún más atención. Con sus hermanos menores fuera de escena, Kelvin prometió aplicar una paliza unilateral. Pero, cuando sonó la campana final, Kelvin terminó maltrecho físicamente y quebrado mentalmente tras sufrir la primera derrota de su carrera.

Con la mejor victoria de su trayectoria ya asegurada, Albright (17-2, 7 KOs) está listo para dar el salto a las grandes ligas. Y cuando se trata de enfrentar a los mejores, no hay nombre más grande en el peso ligero que Gervonta 'Tank' Davis.

“Yo peleo con Tank”, declaró Albright en un video grabado por él mismo.

A sus 29 años, quizás deba tomar un turno y hacer fila. Desde las 140 libras hacia abajo, prácticamente todos quieren una oportunidad contra la estrella libra por libra y actual número uno del peso ligero según The Ring. No obstante, aunque Albright considera que se ha ganado ese derecho, Davis ya tiene otros compromisos.

Aunque aún no es oficial, todo apunta a que Davis se enfrentará nuevamente a Lamont Roach en una esperada revancha el próximo 16 de agosto, a cinco meses de su primer combate en el Barclays Center de Brooklyn, el cual terminó sorpresivamente en un empate mayoritario tras doce asaltos.

Roach desafió a los escépticos y peleó como un hombre poseído, negándose a caer incluso cuando Davis (30-0-1, 28 KOs) conectó con contundencia en su mandíbula. La presión del escenario tampoco lo afectó, lo cual confirmó su legitimidad como campeón mundial en la división inferior, el superpluma. La revancha está prácticamente cerrada, aunque en el boxeo todo puede pasar.

En caso de que Roach no sea el siguiente en la lista y Albright sea elegido de forma sorpresiva —tras haber acaparado los titulares el pasado fin de semana—, el oriundo de Nueva Jersey sería el hombre más feliz del recinto.

Después de dejar atrás cualquier noción de ser un simple probador o “gatekeeper”, Albright fue elevado al estatus de contendiente legítimo tras arruinar los planes con una actuación sólida a lo largo de diez asaltos. Aunque pocos, si es que alguno, le otorguen una oportunidad real contra Davis, eso a él no le preocupa en lo más mínimo.

Albright no está pidiendo el respaldo del público. Solo quiere una oportunidad para demostrar que tiene el temple necesario para medirse con uno de los mejores peleadores del mundo.

“Tengo algo para Tank.”