Tim Tszyu boxeó con solvencia y descargó combinaciones castigadoras camino a una dominante victoria por puntos a 10 asaltos sobre el invicto estadounidense
Anthony Velazquez.
El excampeón superwélter de la OMB, Tszyu (26-3, 18 KOs), debutó bajo la dirección
de su nuevo entrenador principal, Pedro Díaz, y estuvo cerca de la detención, dejando a Velazquez cortado y ensangrentado durante el combate estelar celebrado en el TikTok Entertainment Centre de Sídney, Australia.
Dos tarjetas de 100-90 y una de 100-91 reflejaron fielmente el desarrollo del combate, aunque a algunos les quedó la sensación de que no coronó su esperado regreso con un nocaut de antología antes de la semana navideña para cerrar un vertiginoso 2025.
“El boxeo es una montaña rusa, con emociones arriba y abajo, pero me siento muy bendecido por estar en esta posición; agradezco a todos de corazón, a quienes se mantuvieron a mi lado, aprecio su cariño”, dijo Tszyu al dirigirse al público de Sídney tras la pelea.
“Quería sentirme cómodo, no ir a buscar el nocaut y volverme imprudente. En el pasado eso fue lo que salió mal: quise tomarme mi tiempo, usar el jab; tengo todas las herramientas, pero hay que aplicarlas. Estoy bastante contento con las tarjetas ante un rival duro y valiente que lanzó golpes hasta el final; tiene pegada y no quería entrar y comerme una”.
El excampeón superligero de la FIB,
Liam Paro, comentó en la transmisión que Velazquez (18-1-1, 15 KOs) pudo haber subestimado a Tszyu, aunque quedó clara la diferencia de nivel entre ambos.
Haciendo honor a su nuevo apodo, Phoenix, el profesional de nueve años descargó combinaciones de tres y cuatro golpes, con los uppers precisos como arma predilecta cada vez que Velazquez quedaba arrinconado contra las cuerdas.
El entrenador del visitante, Héctor Bermúdez, instó a su pupilo a dejar de permitir que Tszyu lo caminara hacia atrás con tanta insistencia tras tres asaltos, y con el paso de los rounds fue encontrando mejores sensaciones apoyado en su gancho de izquierda.
Ya fuera a la cabeza o al cuerpo, tuvo éxito de manera intermitente cada vez que el púgil de 31 años acortaba la distancia, aunque las estadísticas de golpes favorecían claramente al favorito local.
Con una ventaja de 105-39 tras cinco asaltos, Tszyu pudo haber cerrado el combate en los rounds seis y siete después de conectar una derecha contundente en el primer minuto del sexto episodio.

Ese golpe abrió casi de inmediato un corte profundo debajo del ojo izquierdo de Velazquez; una herida abierta que necesitó atención en la esquina y una evaluación médica entre asaltos.
Pudo haberse detenido en el asalto siguiente, pero Tszyu administró el ritmo y el boxeador de Massachusetts logró apretar los dientes pese a una incomodidad considerable, cerrando fuerte en los últimos minutos de una pelea en la que muchos no esperaban que llegara a escuchar la campana final.
Fuente de la imagen: No Limit Boxing