Subriel Matías no es el tipo de boxeador que vaya a sorprender a nadie. Sus entrenadores, aficionados e incluso sus propios oponentes saben exactamente lo que quiere hacer: ir hacia adelante y noquear a alguien.
Plan de juego repetitivo, quizá, pero funciona. Ahora, con el título de peso superligero del CMB en su poder tras una decisión mayoritaria en 12 asaltos sobre
Alberto Puello el 12 de julio, el dos veces campeón quiere hacerse con más oro.
El campeón de la FIB,
Richardson Hitchins, le interesa a Matías. Si esa pelea de unificación llega a materializarse en algún momento, no esperes que el púgil de 33 años salga a boxear sobre las puntas y a marcar el ritmo con el jab desde afuera. No le importa que Hitchins sepa lo que piensa hacer.
"No tienes poder para detenerme", le dijo Matías a Hitchins cuando se encontraron cara a cara recientemente en un entretenido mano a mano. "Voy a noquearte".
Matías (23-2, 22 nocauts) no es fanático de los jueces, pero necesitó su ayuda para superar a Puello. Una vez que el puertorriqueño obtuvo lo que buscaba, apenas tuvo segundos para saborear el momento y celebrar antes de que el contendiente número uno,
Dalton Smith, subiera al ring y
se anunciara en el acto su enfrentamiento.Matías no rehúye a nadie. No interesado en que lo etiqueten como un “correlón”, aceptó enfrentarse a su retador obligatorio en la ANB Arena de Riad, Arabia Saudita, el 22 de noviembre.
Pasar por alto a alguien puede llevar a la derrota, así que Matías no diría que está haciendo eso. Lo que sí diría, sin embargo, es que está mirando a través de él.
Vencer a un invicto siempre es divertido, pero arrebatarle un título a la fuerza le da alegría al corazón de Matías.
George Kambosos siente lo mismo, p
ero se quedó muy corto contra Hitchins el 14 de junio en el Madison Square Garden de Nueva York.
Cuando se trata de boxear y moverse, Hitchins (20-0, 8 nocauts) es de los mejores que hay. Matías cree que jugar a lo seguro y ser astuto contra él no llevará a la victoria.
"Tienes buenas habilidades técnicas, me gustan", dijo Matías. "Lo aprecio, pero voy a noquearte".