¿Naoya Inoue? ¿El mejor boxeador del mundo? Murodjon Akhmadaliev necesitaba verlo para creerlo.

Durante años, el uzbeko llamó insistentemente al astro japonés, lo provocó y lo buscó hasta que finalmente obtuvo lo que deseaba. El pasado fin de semana, ambos se enfrentaron en el IG Arena de Nagoya, Japón, con Inoue (31-0, 27 KOs) poniendo en juego sus cinturones del CMB, OMB, FIB, AMB y The Ring en el peso supergallo.

Akhmadaliev había tenido éxito contra todos los rivales a los que se había medido. Pero frente a Inoue fue completamente superado y derrotado con claridad.

Tras perder por amplia decisión, lo único que pudo hacer Akhmadaliev (14-2, 11 KOs) fue extender la mano y felicitar a Inoue. Excusas no tiene: reconoce que peleó de manera desordenada en el escenario más grande de su carrera.

«Lo respeto a él y a sus logros», dijo Akhmadaliev a varios periodistas. «Es un gran boxeador, pero yo podría haberlo hecho mejor».

Convertirse en campeón indiscutido siempre ha sido el sueño de Akhmadaliev. Por eso se reprocha tanto la forma en que se desarrolló la pelea. Desde la pegada de Inoue hasta su inteligencia en el ring y su capacidad de adaptarse sobre la marcha, el japonés tuvo respuesta para todo lo que le lanzó.

Ahora, Akhmadaliev intentará descifrar qué salió mal. Cree que su plan de pelea y su planteamiento general podrían haber sido más precisos. Pero, por encima de todo, culpa a la falta de tiempo.

«Podría haberlo hecho mejor, pero no hubo suficiente tiempo», dijo sobre la pelea a 12 asaltos. «Ojalá hubiera tenido más tiempo».