LAS VEGAS — La pelea que Bob Santos vio desde la esquina de Mario Barrios lo convenció de que el campeón welter de la WBC estaba adelante al entrar al décimo asalto contra Manny Pacquiao el sábado por la noche.

El entrenador veterano de Barrios entendió, sin embargo, que enfrentarse a una leyenda en un recinto lleno de fanáticos ruidosos y orgullosos de Pacquiao podría complicar las cosas en las tarjetas de puntuación. Por eso, Santos le enfatizó a Barrios que necesitaba hacer todo lo posible para ganar claramente los últimos tres asaltos de su combate de campeonato de 12 asaltos en la categoría de 147 libras en el MGM Grand Garden Arena.

Barrios siguió las instrucciones de Santos y ganó los asaltos 10, 11 y 12 en las tarjetas de los tres jueces: Tim Cheatham, Max DeLuca y Steve Weisfeld. Resultó que Barrios necesitaba esos asaltos más de lo que él y Santos pensaban, porque su remontada tardía en las tarjetas solo le valió un empate mayoritario.

De Luca puntuó a Barrios como ganador por 115-113, pero Cheatham y Weisfeld tuvieron el evento principal de pago por visión empatado en 114-114. Barrios peleó hasta lograr un segundo empate consecutivo, pero retuvo su cinturón de la WBC.

"Siento que gané la pelea", dijo Barrios durante su conferencia de prensa posterior a la pelea. "Y siento que los últimos tres asaltos realmente consolidaron eso. Pero nunca sabes lo que algunas personas ven o buscan en las peleas. Siento que gané. Mi equipo y yo sentimos que ganamos y estamos muy orgullosos de lo que mostré. Todavía estoy agradecido de seguir sosteniendo mi título."

Pacquiao (62-8-3, 39 nocauts) y su entrenador de larga data, Freddie Roach, afirmaron que merecía ganar ocho asaltos.

A pesar de todo, Pacquiao demostró que incluso a los 46 años aún puede competir a nivel de campeonato. El campeón de ocho divisiones de Filipinas no había peleado en casi cuatro años antes de enfrentarse a Barrios (29-2-2, 18 nocauts), quien es 16 años menor y seis pulgadas más alto.

Las estadísticas de golpes no oficiales de CompuBox mostraron que la pelea fue muy competitiva.

Barrios conectó solo 19 golpes más en total (120 de 658 contra 101 de 577). CompuBox registró más golpes de poder para Pacquiao (81 de 259 contra 75 de 235) y más jabs para Barrios (45 de 423 contra 20 de 318).

El jab firme de Barrios hizo retroceder a Pacquiao en varias ocasiones y fue una de las principales razones por las que Santos pensó que su peleador estaba ganando antes de arrasar en los últimos tres asaltos. Cheatham (87-84), De Luca (86-85) y Weisfeld (87-84) tenían a Pacquiao adelante al entrar al décimo asalto, aunque esa no fue la pelea que Santos presenció desde el ringside.

"Sé que estamos enfrentando a un ícono, ¿verdad?", dijo Santos. "Y entonces la multitud está con él. Sabía que estaba intentando robar asaltos en los últimos 10-20 segundos. Muchas veces, cuando la multitud se emociona, la gente se deja influenciar y simplemente no sabes qué están mirando los jueces, qué están prefiriendo.

"Pensé que estábamos adelante, controlando la pelea con el jab. Pero solo quería que se asegurara de cerrar el espectáculo en esos últimos tres asaltos, asegurarnos de no dejar dudas en la mente de nadie. Desafortunadamente, los jueces lo vieron como lo hicieron, terminamos con un empate. Un juez tuvo a Mario ganando la pelea, obviamente, y los otros dos lo vieron como empate. Así que, tenemos que vivir con eso.

"Creo que la multitud influyó en los jueces quizás un poco y él estaba intentando robar asaltos. Es un veterano, un ícono, ha estado en [73] peleas, pero pensé que Mario hizo un gran trabajo al ganar los asaltos 10 al 12 y pensé que eso aseguraba la victoria.

"Es lo que es, y con suerte podremos hacer una revancha, porque creo que a todos les encantaría ver a Pacquiao de nuevo. ¿Y quién no querría ver al dos veces 'El Azteca'? Fue una gran actuación y avanzaremos desde aquí."