Esta entrevista con Naoya Inoue se realizó el 25 de noviembre en el Gimnasio Ohashi, en Yokohama. Esa misma mañana, su hermano menor Takuma había ofrecido su conferencia de prensa posterior a la pelea, tras su victoria en el combate por el título gallo del CMB del día anterior (en Japón es habitual que el ganador comparezca no solo inmediatamente después del combate, sino también en una conferencia al día siguiente). Recién salido del triunfo de Takuma ante el muy valorado Tenshin Nasukawa, el hermano mayor se encontraba además en un ánimo excepcionalmente positivo. “Soy poseedor de los cuatro cinturones, así que, de cara a la progresión de mi carrera, este es un rival obligatorio al que tengo que enfrentar.
Junto Nakatani ahora ha pasado al número uno, pero en el momento de la designación
Picasso era el número uno, por lo que esta pelea se considera una defensa obligatoria. Además, el hecho de pelear en la misma cartelera que Nakatani, de cara a una posible pelea en mayo, le añade significado. Todo eso se convierte en motivación”.
- En comparación con Murodjon Akhmadaliev, que tenía fortaleza integral, y Ramón Cárdenas, que contaba con un peligroso gancho de izquierda, Picasso no está tan bien valorado. Como sueles rendir mejor ante rivales fuertes, ¿es más difícil motivarte emocionalmente para esta pelea?
“Pelear por primera vez en Arabia Saudita es motivador para mí. Entraré al combate con una mentalidad fresca. Es un poco diferente a pelear en Japón y hay incógnitas, pero también me entusiasma. El ambiente será distinto al de los eventos en Estados Unidos, e imagino que los procedimientos previos a la pelea también lo serán”.
- La nutrición antes de una pelea es muy importante. ¿Llevarás todos tus ingredientes contigo?
“Llevaré lo que pueda. He oído que hay algunos supermercados japoneses en Arabia Saudita y que se pueden conseguir muchas cosas. Mi nutricionista está vinculado a la selección nacional de fútbol de Japón y ha estado varias veces en Arabia Saudita, así que he podido obtener información sobre supermercados y opciones de alimentos. Creo que nos las arreglaremos”.
- Suena a que tienes en alta estima a Akhmadaliev, pero tras enfrentarlo, ¿fue tan fuerte como esperabas?
“No sentí demasiado en cuanto a su fuerza o técnica. Lo que sí sentí fue su dureza: su capacidad para encajar golpes. A lo largo de los 12 asaltos, no creo que hubiera ningún aspecto técnico en el que yo fuera inferior. Hice realmente lo que quise hacer. Lo único que lamento es no haber podido finalizarlo. Su resistencia fue increíble”.
- Si no hubiera sido tan duro, ¿habrías ido a buscar el nocaut?
“Sí. En el sexto asalto, mis golpes al cuerpo definitivamente lo lastimaron. Pensé: ‘¿Cómo es que no cae?’ Fue como: ‘¿En serio?’”.
- ¿Otro boxeador habría caído?
“Absolutamente. Si yo recibiera esos mismos golpes, estoy seguro de que caería (risas). Así de limpios entraron: tres de ellos. Fueron golpes al cuerpo de los que se incrustan en el rival. Y conecté tres muy claros.
“Estoy seguro de que le dolieron, pero nunca se quedó congelado ni dejó de moverse. Mantuvo siempre la base. Por eso no fui a buscar el final. Ese nivel de dureza no lo había experimentado nunca antes”.
- En cuanto a golpear sin ser golpeado, generar emoción y luego definir, ¿la pelea ante Stephen Fulton en 2023 fue la más cercana a tu ideal?
“Sí, ante Fulton fue lo ideal. Sería fantástico poder pelear así contra todos. Creo que ese combate salió tan bien porque la tensión era extremadamente alta”.
- A menudo se dice que rindes aún mejor ante rivales de élite. ¿Tu boxeo se afila cuando la tensión es alta?
“Exactamente. Por eso siento que ahora
mi mayor oponente es mi propia carrera. Al mirar atrás esos dos derribos [ante Nery y Cárdenas], creo que en cierto modo mi propia trayectoria jugó en mi contra. Al comienzo de mi carrera, no creo que hubiera precipitado mis golpes de esa manera ni lanzado golpes descuidados en medio de intentar finalizar a alguien. En ese sentido, ahora siento que cuando tenía 22 o 23 años había aspectos de mi boxeo que incluso eran superiores”.
- Físicamente, ¿has sentido el paso del tiempo —fatiga, problemas de recuperación?
“No. Mi resistencia no ha disminuido en absoluto. Como se vio en la pelea con Akhmadaliev, puedo moverme durante 12 asaltos sin problemas. Tampoco han disminuido mis reflejos. Así que el desafío es mantener ese nivel de tensión. Al mismo tiempo, emocionalmente ahora soy más estable. No solo en el boxeo, sino por las experiencias de la vida. Siento que las cosas se están alineando de manera positiva”.
- Has dicho que ahora puedes pensar más dentro del ring. ¿Eso significa que estás mejorando?
“Sí. Incluso en los entrenamientos, cuando era más joven trabajaba casi a ciegas o confiaba solo en la fuerza física. Ahora puedo darle sentido a cada sesión. Puedo decidir: ‘Hoy voy a trabajar esto’. En ese sentido, el paso del tiempo me ha aportado una mayor plenitud”.
El martes próximo: Parte II