Keith Thurman entiende por qué muchos observadores del boxeo se sorprendieron cuando Tim Tszyu no respondió a la campana para el octavo asalto de su revancha con Sebastian Fundora.

El valiente australiano había soportado uno de los cortes más horribles de la historia reciente del boxeo durante 10 asaltos en su primer combate contra Fundora en marzo de 2024. Además, se levantó de cuatro caídas antes de que su pelea contra el ruso Bakhram Murtazaliev fuera detenida en el tercer asalto, siete meses después.

El excampeón mundial superwélter de la OMB afirmó días antes de su segunda pelea contra Fundora, el 19 de julio en Las Vegas, que “un rival tendría que matarlo para vencerlo”. Sin embargo, después de siete asaltos sorprendentemente unilaterales, Tszyu determinó que simplemente no podía derrotar a Fundora esa noche.

Thurman cree que el daño causado por Murtazaliev influyó en la decisión de considerar que Tszyu ya había recibido demasiado castigo.

“Diría que Tim Tszyu nunca se habría rendido si no lo hubieran detenido previamente en su carrera”, dijo Thurman a The Ring. “Ha recibido mucho castigo y, por eso, su equipo sabía que buscaban un milagro. Mientras tanto, su boxeador seguía recibiendo golpes y quizás no era necesario, así que decidieron irse a casa.

Fue sorprendente. Creo que impactó a mucha gente. Pero pienso que por primera vez comenzaron a preocuparse de verdad por su peleador y priorizaron su bienestar en lugar de buscar un milagro. Esa es mi opinión.”

Thurman (31-1, 23 KOs, 1 NC) tenía un interés especial en el resultado de la revancha entre Fundora y Tszyu porque quería enfrentar al ganador.

Si hubiera vencido, Tszyu (30 años) probablemente se habría medido con Thurman (36) en Australia, su país natal. Thurman se había retirado de su pelea contra Tszyu en marzo de 2024 debido a una lesión en el bíceps, lo que permitió que Fundora lo reemplazara con poca antelación.

Thurman, excampeón mundial wélter de la AMB y el CMB, enfrentará en su lugar a Fundora (23-1-1, 15 KOs) por el título superwélter del CMB del zurdo de 1,96 metros, el próximo 25 de octubre en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas. El nativo de Clearwater, Florida, espera tener mucho más éxito en su reto a Fundora que el que tuvo Tszyu (25-3, 18 KOs) en su segundo enfrentamiento.

Tras ganar la primera pelea por decisión dividida, Fundora lideraba la revancha contra Tszyu con las mismas tarjetas, 69-63, en las puntuaciones de los jueces Eric Cheek, Patricia Morse Jarman y David Sutherland después de siete asaltos. Tszyu admitió que estaba desmoralizado porque sabía que iba muy por detrás y que sería muy difícil trabajar con eficacia en la corta distancia ante el jab del más alto y largo Fundora.

“Tim estuvo a centímetros de conectar grandes golpes”, dijo Thurman. “De hecho, llegó a conectar algunos. Así que estaba en la pelea. Pero al mismo tiempo estaba recibiendo castigo y, en ese punto, Tim Tszyu solo podía ganar por nocaut. Ni siquiera sé cuántos asaltos se le podían dar antes de ese momento.

Digamos que le das uno o dos asaltos, ¿verdad? Cayó en el primer round. Así que si le das dos asaltos, en realidad solo ganó uno. Y si le das uno, es como si no hubiera ganado ninguno.”