LONDRES, Inglaterra —
Desde que despachó con facilidad a un excedido de peso Martin Bakole hace unos siete meses, Joseph Parker ha insistido en que quiere mantenerse activo en un panorama de pesos pesados en constante cambio.
El retador obligatorio de la OMB para
Oleksandr Usyk se medirá con otro de los campeones interinos de la división reina, el invicto Fabio Wardley (19-0-1, 18 KOs), encabezando la cartelera
en el O2 Arena dentro de seis semanas por
DAZN PPV.
Frank Warren, jefe de Queensberry y promotor de ambos, declaró que este es otro caso de todo o nada entre dos hombres que no estaban obligados a enfrentarse. Podrían haber esperado, manteniendo su estatus elevado, aguardando buenas noticias.
Pero la inactividad no está en su naturaleza. La actividad constante ha llevado a ambos a este punto crítico de sus carreras. La reconstrucción de Parker tras su derrota por nocaut técnico en el 11º asalto frente a Joe Joyce —hace ya tres años— ejemplifica por qué los pesos pesados deben mantenerse ocupados.
El mánager del neozelandés, David Higgins, quizás exageró al preguntar retóricamente si la racha reciente de Parker —Deontay Wilder, Zhilei Zhang y Martin Bakole— podía ser superada por algún otro peso pesado en la historia.
Wardley y su representante Michael Ofo no pudieron evitar sonreír ante el comentario, como si supieran algo que los demás no. Al ser preguntado por qué aceptó esta arriesgada oportunidad, y además con un aviso relativamente corto,
Parker respondió con naturalidad.
“Caminando hacia el fuego… me encanta el fuego. He enfrentado a muchos pegadores grandes que no han podido sacarme de allí. Quiero dar crédito a Fabio por aceptar esta pelea; podría haberse sentado a esperar a Usyk, lesionado o no, pero como boxeadores estamos demostrando que peleamos con cualquiera, en cualquier momento.
Va a ser una gran pelea. Él dice que ya marcó todas las casillas y sumó los asaltos necesarios para afrontar un combate grande como este, pero pelear contra alguien como yo es muy diferente a cualquiera de sus rivales anteriores.
Aporto mucha experiencia, convicción, determinación, y el 25 de octubre voy a ganar. Hay niveles. Creo que con la experiencia que tengo, lo que he trabajado con George [Lockhart, su nutricionista] en Nueva Zelanda, tengo una buena base y estoy entusiasmado por mostrar lo que traeré.
Es una gran historia, empezó como boxeador white collar, ha progresado en su carrera profesional y lo hemos visto mejorar cada vez que subía al ring —esa es la vieja historia. Ahora tiene una nueva historia, pero esa historia es distinta y el 25 de octubre se acaba ahí. Parker gana, voy a casa, celebro y como un buen poco de comida basura.”