MANCHESTER, Inglaterra – En febrero, un apático Zelfa Barrett ofreció una actuación inusualmente floja y terminó perdiendo por decisión unánime en diez asaltos ante un excelente James ‘Jazza’ Dickens.

Esa derrota contundente fue el detonante del cambio.

El púgil de 31 años, oriundo de Harpurhey, tomó la difícil decisión de separarse de su tío y entrenador de toda la vida, el excampeón europeo superligero Pat ‘The Black Flash’ Barrett, para unirse al reconocido entrenador Joe Gallagher, galardonado como Entrenador del Año por The Ring en 2015, en el emblemático gimnasio Champs Camp en Moss Side.

El pasado sábado, la nueva alianza comenzó con el pie derecho cuando Barrett (32-3, 18 KOs) regresó al circuito de pequeñas arenas donde inició su carrera y noqueó en el tercer asalto al mexicano Christian Bielma (19-11-2, 7 KOs).

Aunque el fin de semana pasado se celebraron varias peleas de alto perfil en el Reino Unido, para Barrett y Gallagher ninguna fue más importante que esta.

“Lo dije antes de la pelea de Zelfa, se sentía como esas viejas noches en el Manchester Arena”, declaró Gallagher a The Ring.

“Sé que fue en Bolton, pero ya fuera Scott Quigg, Scott Cardle, Anthony Crolla, Hosea Burton o Callum Johnson peleando, tenía esa atmósfera de evento grande. Un nuevo comienzo para Zelfa. Mucha presión, tensiones internas”.

“Después lo vi y estaba exultante. Era el centro de atención, contándole a todos cómo se sentía. Estaba junto a Maurice Core [veterano del Champs Camp] y le dije: ‘Ahí lo tienes, un chico disfrutando’.

Contaba cómo lo hizo, que está de regreso. Ha recuperado su confianza. Está entusiasmado.”

Gallagher también está entusiasmado.

Consciente del potencial sin explotar que tiene en sus manos, ha comenzado a formar lo que él llama Zelfa Barrett 2.0.

Tras pasar toda su carrera profesional dentro del límite de las 130 libras, Barrett ahora competirá como peso ligero. El apodo de ‘Brown Flash’, en homenaje a su tío, quedó atrás. En lugar de su tradicional falda de gladiador, esta vez subió al ring con un pantalón corto rojo y blanco como los que usaba su ídolo, Sugar Ray Leonard.

Barrett ha sido fanático de Leonard durante años, admirando las habilidades que lo llevaron a múltiples títulos mundiales y a ser una leyenda del boxeo. Pero más allá de su técnica, Leonard también era un competidor feroz, implacable y valiente.

Gallagher conocía la capacidad ofensiva de Barrett desde los días en que lo usaba como sparring del excampeón mundial ligero de la AMB, Anthony Crolla. Ahora está usando al propio Leonard como referencia para desbloquear una nueva dimensión en el estilo de su pupilo.

“Crolla se preparaba para Linares y Pérez. Barrett entraba y lo exigía. Cuando suelta las manos, como hizo el otro día, tiene el repertorio, la velocidad, todo”, explicó Gallagher.

“Le mostré la pelea contra Duran I, le mostré la pelea contra Hagler. Le dije: ‘Cuando Hagler va a entrar, Leonard no huye, lo recibe. Cuando Duran va a lanzar, se planta y le gana el golpe’.

Estamos trabajando sobre eso. Quería que volviera a usar pantalones cortos. Le dije: ‘Creciste viendo a Sugar Ray, entonces sé Sugar Ray por una noche’. En una combinación incluso lanzó un bolo punch”.

“Leonard también pegaba fuerte y eso es lo que estamos trabajando: mantenerse en la corta, aprender a pelear ahí, no salir corriendo. Le dije: ‘Estás en las cuerdas desde el primer asalto. ¿Por qué? No te pusimos ahí. Te pusiste solo’”.

“Estamos trabajando en controlar el centro del ring con el jab y en que vea mucho de Linares también.”

Han pasado ocho años desde que ayudaba a Crolla. Y, por cualquier estándar, Barrett ha tenido una carrera exitosa: campeón inglés, de la Commonwealth y europeo en las 130 libras, además de haber derribado a Shavkat Rakhimov en los primeros asaltos de una oportunidad mundialista de emergencia en 2022.

Luego de tres meses de trabajo conjunto, Gallagher está convencido de que, si las cosas se hacen bien, Barrett aún tiene tiempo, talento y hambre para lograr mucho más.

“La gente dice que tiene 31 años y 35 peleas, que no se le pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo, pero yo pensé: ‘Este chico aún tiene mucho por dar’. Tenemos de los 31 a los 34 para hacer algo”, dijo.

“Paul Butler llegó a mí siendo algo alocado, pero volvió al boxeo técnico, más compuesto, un gran contragolpeador, y terminó siendo uno de los mejores que he entrenado. Zelfa está escuchando igual. Está progresando.”

“Le dije: ‘Estás usando la misma llave para muchas cerraduras y no funciona. No puedes desarmar un motor de Rolls Royce con las herramientas de un Mini. Tienes las herramientas, pero no las usas. Sácalas de la caja y empecemos a usarlas’.”

Parte esencial del plan de Gallagher es asegurarse de que Barrett esté en la mejor forma física posible para emplear ese nuevo arsenal. Hace dos meses, Barrett asistió como invitado a una gala benéfica en memoria del legendario Phil Martin, fundador del Champs Camp. Aunque nunca ha estado fuera de forma, ya se notaba más corpulento, producto de su nueva rutina de fuerza y acondicionamiento.

Gallagher sabe que tomará tiempo transformar a Barrett en el producto final, pero establecerlo como peso ligero fue el primer cambio inmediato.

“Le dije apenas entró al gimnasio: ‘Eres un ligero. Los días de superpluma se acabaron’”, señaló Gallagher.

“‘Boxeabas como amateur en superpluma, 60 kilos. No puedes tener 15 o 16 años y seguir pesando lo mismo a los 30. Eso frenó tu desarrollo físico’.

Por eso necesitamos tiempo. Estamos construyendo desde cero. Por primera vez está haciendo un acondicionamiento serio.

Estamos armando esto para demostrar que puede rendir. Está esparreando en el peso en el que pelea, está construyendo un nuevo motor. Aún queda mucho por hacer, pero vamos por buen camino.”

Barrett disfruta estar en el centro de atención y querrá volver a los focos lo antes posible. Gallagher está completamente a favor del plan de su boxeador para regresar al ring el 5 de julio, en la cartelera del Jack Catterall vs. Harlem Eubank en el AO Arena de Manchester. En el mundo ideal de Gallagher, esa pelea sería solo el comienzo de un año activo que prepare a un Barrett renovado para competir a nivel mundial a principios de 2026.

“Le dije: ‘Mira lo rápido que pasó el año de Lawrence Okolie conmigo. El tuyo irá igual de rápido, pero la actividad es clave’”, explicó Gallagher.

“Aún hay tiempo para lograrlo. Tiene 31 años. Estos son sus próximos tres o cuatro años. Después de su última actuación, pienso: ‘Necesito tres peleas antes de apuntar alto y luego miramos a marzo o abril del año que viene para lo que surja a nivel mundial’. Si hacemos esto bien, podemos construir algo grande”.

“Le dije: ‘Es como si Golden Boy le entregara un prospecto a Freddie Roach y él dijera: dame tres o cuatro peleas y te entrego un campeón mundial’.

He estado en esto el tiempo suficiente para decir: ‘Zelfa aún no está listo para el título mundial. No lo apresuren, pero denme tres o cuatro peleas y les entrego su campeonato. Tengan un poco de fe en lo que estamos haciendo’.

“No me he equivocado con mis boxeadores antes. Paul Butler, Anthony Crolla, Scott Quigg, Matt Macklin, Paul Smith, Lawrence Okolie, Tasha Jonas… y ahora Zelfa lo logrará. Solo tengan fe. Crean en lo que estamos haciendo.”