ALTRINCHAM, Inglaterra — Hoy en día, los gritos de conspiración y corrupción parecen acompañar a casi todas las decisiones cerradas.

La brutal batalla de peso superligero entre Jack Rafferty y Mark Chamberlain del sábado por la noche no generó tales reacciones.

Después de 12 asaltos salvajes, nadie podía asegurar si la presión incesante de Rafferty le daría la victoria o si la precisión y contundencia de Chamberlain le habrían asegurado un triunfo dramático. Los jueces de ring tampoco pudieron decidirse y el combate fue declarado empate mayoritario.

Cuando Rafferty (26-0-1, 17 KOs) regresó a su vestuario en el Planet Ice, la sensación fue de anticlímax. Aunque había retenido sus títulos británico y de la Commonwealth, y su perfil había alcanzado nuevas alturas, el púgil de Oldham y su equipo creían que había hecho lo suficiente para alzar la mano.

“Ah, 100%, pensé que había ganado por uno o dos asaltos”, dijo Rafferty en su entrevista posterior. “Ni por un segundo pensé que había perdido.

Ni siquiera fui a mi esquina preguntando: ‘¿Gané o perdí eso?’ Pensé que había ganado de inmediato. No estoy ahí para puntuar la pelea, estoy ahí para pelear, y creí que había ganado.

Todos están encantados con la pelea. Fue un combate para los fanáticos. Quiero corregir mis errores. Sigo siendo campeón, pero no de la forma en que quería. Ojalá podamos repetirla como corresponde”.

Desde que ascendió a nivel de títulos, Rafferty había derribado y detenido a seis rivales consecutivos, pero ninguno representaba la amenaza de Chamberlain.

Encabezando su primer gran evento, Rafferty entró como favorito, pero también estaba dando un paso de nivel. Avanzó con su característico estilo de presión constante, pero también absorbió todo lo que Chamberlain le lanzó.

“Puede pegar, 100%. Mis respetos para él, lo llevé a aguas profundas y saltó de ellas”, comentó.

“Pensé que en algunos asaltos estaba buscando una salida, mirando al árbitro, parpadeando y todo eso.

Ojalá mis acciones hayan subido, no bajado, y que todos estén contentos con ello. Quiero volver a hacerlo”.

A pocos metros, Chamberlain (17-0-1, 12 KOs) se sentaba en silencio revisando las redes sociales.

“Estoy leyendo los comentarios en este momento. Creo que mucha gente dice que gané la pelea”, comentó el púgil de 26 años a The Ring.

“Quiero volver a verla en el hotel, pero leyendo los comentarios, quizá merecía haber ganado”.

La potencia y precisión de Chamberlain nunca estuvieron en duda, pero tras haberse hecho un nombre en el peso ligero, muchos se preguntaban cuánto resistiría bajo la agresión incesante de Rafferty.

Chamberlain respondió de manera enfática. Cada vez que Rafferty parecía tomar impulso, él encontraba ráfagas de golpes duros y llamativos. Detener el avance de Rafferty es casi imposible, pero incluso cansado, Chamberlain se mantuvo firme y conectó los golpes más limpios.

“Todos sabemos que Jack es grande, fuerte y duro”, dijo. “Eso es para lo que entrenamos. Como dije en la previa, en cuanto sonara la primera campana le pegaría en la cara y de ahí partiríamos.

Sabemos que viene fuerte en los asaltos finales, pero desde que se firmó la pelea dejé claro que no soy como sus rivales anteriores, no iba a hacer lo que ellos hacían.

Todos arrancan rápido, pegando y corriendo, pero yo iba a plantarme y pelear con él, y eso fue exactamente lo que hice”.

La pelea fue tan buena y tan reñida que una revancha parece inevitable. Con Dalton Smith preparándose para su combate por el título del CMB ante Subriel Matías, y Adam Azim inactivo tras la expiración del contrato de Boxxer con Sky Sports y su posterior mudanza a la BBC, Rafferty y Chamberlain podrían haberse encontrado en el momento ideal.

Ambos parecen coincidir en que una revancha es el camino más lógico, y dada la calidad del combate del sábado, una victoria tendría aún más repercusión.

“Sí, 100%”, dijo Chamberlain. “Creo que ambos demostramos en qué nivel estamos, así que llevémosla a Arabia Saudita, ojalá en una gran cartelera de la Riyadh Season, y que podamos ganar buen dinero los dos”.

Esa es una idea con la que Rafferty coincide plenamente.

“Lo quiero al 100%. ¿Por qué no? Con los títulos británico y de la Commonwealth, y quizá algo más en juego a finales de año”, expresó.

“Ojalá ambos hayamos aumentado nuestro valor. Mis respetos a Mark. Se necesitan dos para bailar. Un gran oponente y la pelea más dura hasta ahora para ambos. Vamos a repetirla”.