LAS VEGAS — Omar Salcido pareció darse cuenta, hacia el tercer asalto del sábado por la noche, de que enfrentar a Isaac Cruz con tan poco tiempo de preparación no había sido la mejor idea.

El valiente mexicano hizo lo posible por resistir al feroz “Pitbull”, pero un Cruz agresivo y peligroso no dejó de presionar, conectando derechas potentes y ganchos de izquierda que dificultaron a Salcido mantenerse firme durante los 10 asaltos de su combate en el peso superligero en el MGM Grand Garden Arena.

Cruz, oriundo de Ciudad de México, conectó de forma constante los golpes más contundentes, registró una discutible caída en el décimo asalto y ganó el combate por decisión unánime en la cartelera del Manny Pacquiao contra Mario Barrios.

Todos los jueces —Max De Luca (100-88), Don Trella (99-89) y Steve Weisfeld (99-89)— le dieron una amplia victoria a Cruz frente a un rival que aceptó la pelea el viernes por la tarde. Salcido tenía una ventaja considerable en altura y alcance, aunque eso no impidió que Cruz (28-3-1, 18 nocauts) acortara la distancia y conectara golpes que habrían noqueado a oponentes con mentones menos resistentes.

“Hay que darle el máximo respeto a Omar por dar el paso y enfrentarme”, dijo Cruz a Jim Gray durante la entrevista posterior a la pelea, sobre el ring.

Salcido (20-3, 14 nocauts), que nunca ha sido noqueado, reemplazó al rival original de Cruz, Ángel Fierro, con menos de 30 horas de antelación.

Fierro (23-3-2, 18 nocauts), de Tijuana, se retiró de su esperada revancha a 12 asaltos debido a las grandes dificultades que tuvo para dar el peso pactado de 140 libras. Robert García, entrenador de Fierro, explicó en un comunicado publicado en X que consideró demasiado peligroso permitir que su boxeador siguiera intentando bajar de peso.

Salcido estaba programado originalmente para enfrentar a Brian Gallegos (8-1, 6 nocauts), de North Las Vegas, en un combate a ocho asaltos en la parte preliminar de la cartelera Pacquiao-Barrios, que no iba por pago por evento.

Al menos, Salcido demostró que podía soportar el poder temido de Cruz hasta que sonó la campana final.

Cruz lo dio todo para noquearlo en el último asalto. Conectó una derecha que estremeció a Salcido y fue acreditado con una caída a 25 segundos del final.

Pareció que Cruz lo empujó parcialmente hacia la lona después de conectar esa derecha clara. Sin embargo, el árbitro Mark Nelson la consideró una caída válida.

Unos 15 segundos antes, Nelson le había descontado un punto a Salcido por usar el hombro para empujar a Cruz.

Cruz castigó a un Salcido en retroceso con golpes a la cabeza y al cuerpo durante el minuto intermedio del octavo asalto. Salcido sobrevivió a ese ataque, pero no golpeaba con la suficiente fuerza como para hacer que Cruz se lo pensara dos veces antes de seguir presionando.

Cruz impactó a Salcido con un gancho de izquierda y luego una derecha en los últimos 15 segundos del cuarto asalto. Para ese momento, ya era evidente que Cruz era el pegador más potente y que absorbía los golpes de Salcido mientras buscaba el nocaut.

Aun así, su combate tan desigual no se pareció en nada a la brutal guerra entre Cruz y Fierro de hace cinco meses. Cruz ganó aquella pelea de 10 asaltos —una de las candidatas a “Pelea del Año”— por decisión unánime en la cartelera del David Benavídez contra David Morrell Jr. en Las Vegas.