MANCHESTER, Inglaterra — Para la mayoría de los boxeadores, las obligaciones mediáticas durante la semana final previa a la pelea son un mal necesario.
Rodeados de cámaras de video, muchos activan el piloto automático y repiten las mismas respuestas a las mismas preguntas, antes de regresar al hotel para iniciar el proceso de corte de peso.
Pero mientras el reloj avanza hacia su combate estelar en el peso wélter frente a
Jack Catterall,
Harlem Eubank llegó con energía al día de medios.
El rostro del boxeador de 31 años se iluminaba cada vez que pensaba en salir al cuadrilátero del AO Arena de Mánchester este sábado por la noche.
"Estoy preparado. Llevo mucho tiempo visualizando esta noche y he cumplido con toda la preparación requerida en esta etapa, así que estoy listo", dijo Eubank (21-0, 9 KOs) a
The Ring.
"Siento que ha llegado el momento adecuado para salir y mostrarle al mundo de lo que soy capaz."
Harlem Eubank se ha forjado poco a poco como un contendiente legítimo. Su apellido, cargado de historia, no le otorgó ningún privilegio especial, y la pelea de este fin de semana ante Catterall (30-2, 13 KOs) será su primer evento como protagonista principal en una arena de gran envergadura.
Desde que debutó como profesional en 2017, Eubank ha boxeado en salas de conferencias de hoteles, recintos modestos y, en 2018, incluso en un lugar llamado Regent Circus, en Swindon.
"Tal vez fue mi sexta pelea o algo así, pero estaba a años luz de esto. Ir a pelear allí, hacerlo a puerta cerrada... son esas noches y momentos a lo largo de tu carrera los que te convierten en el tipo de boxeador que necesitas ser para enfrentar grandes ocasiones y rendir al máximo.
He recorrido el mundo adquiriendo experiencia. Nada me fue regalado en el boxeo. He salido a buscarlo todo con ambas manos — y el sábado por la noche no será diferente."
Eubank ha sabido esperar con paciencia el momento idóneo para dar el salto.
Después de pasar buena parte de 2024 esperando que se concretara una pelea con Adam Azim —que fue mencionada pero nunca confirmada—, se cansó de esperar una gran oportunidad en el peso superligero (140 lbs) y decidió subir a la división wélter (147 lbs).
Tras una victoria algo trabada a ocho asaltos frente al esquivo Nurali Erdogan el 22 de noviembre, Eubank ofreció la mejor actuación de su carrera en marzo, cuando dominó y detuvo al resistente Tyrone McKenna por nocaut técnico en el décimo asalto.
Ahora, Catterall representa un desafío completamente distinto.
A sus 31 años, es conocido como un rival duro, técnico y complicado. Aunque aún ocupa el puesto No. 3 en el ranking de The Ring, está en busca de una pelea significativa
tras perder por estrecho margen el título interino de la OMB del peso superligero ante Arnold Barboza Jr. el pasado 15 de febrero.
Consciente de ello, Eubank y su equipo fueron directamente a buscar ese enfrentamiento, convenciendo a Catterall de subir al peso wélter.
"Siento que estoy entrando en mi mejor momento. Me hice profesional a los 22 años y ha sido un curso intensivo. He ganado experiencia, he aprendido sobre la marcha y siento que he dedicado mucho tiempo a perfeccionar el arte del boxeo", afirmó Eubank.
"Mirando hacia atrás, parece que todo ha sido parte del plan. Salir a ganar experiencia, enfrentarse a las dificultades... ese tipo de cosas forjan tu carácter, y en el boxeo necesitas uno fuerte para triunfar. Siento que todo ha llegado a su punto justo, en el momento preciso, y ahora estamos aquí."
Por su parte, Catterall se ha convertido en una figura estelar en los últimos dos años, participando en combates de alto riesgo y alta presión frente a nombres como Josh Taylor, Regis Prograis y Barboza.
Eubank, si bien no ha competido al mismo nivel de oposición, también ha tenido que acostumbrarse a las expectativas.
Boxear en televisión abierta por Channel 5 lo ha acostumbrado a pelear frente a audiencias masivas, además de tener que cargar con el escrutinio constante que implica llevar el apellido Eubank.
"Para los Eubank, la presión existe desde el día en que pisas el gimnasio", aseguró.
"Desde el primer día que te colocas los guantes, desde el primer sparring, siempre hay un blanco sobre ti, así que aprendes a disfrutar de la presión. Es parte del territorio y ya tengo experiencia lidiando con ello."