La desidia y el desdén de
Gervonta Davis por el boxeo siguen en aumento.
El noqueador de 30 años, invicto y monarca AMB del peso ligero, se prepara para una exhibición contra
Jake Paul el 14 de noviembre en Miami.
El emparejamiento es el tipo de movimiento que suelen hacer las estrellas para exprimir una última gran bolsa al final de sus carreras antes de colgar los guantes. En el caso de Davis, volvió a reiterar el viernes que se retirará del boxeo una vez concluya ese evento.
“El boxeo definitivamente dio un giro. Pasó de ser esto a aquello, y este negocio no tiene lealtad. ¿Por qué habría de importarme? Actúo en consecuencia. El boxeo está muerto”, escribió en X.
Cuando alguien le respondió “Entonces, por favor, retírate”, Davis contestó: “Lo haré, en ocho semanas”.
Davis (30-0-1, 28 KOs) cerró esta semana una gira de prensa en Nueva York y Miami para promocionar la exhibición con Paul, durante la cual dijo: “Yo no soy la cara del boxeo”.
No reveló públicamente que vaya a retirarse, como sí hizo antes de su última pelea ante
Lamont Roach Jr. en marzo. Entonces afirmó que se retiraría a final de año, pero el resultado —
un controvertido empate mayoritario— le hizo cambiar de parecer en ese momento.
Una revancha prevista para el verano tuvo varios amagos y nunca llegó a concretarse; finalmente, Davis dejó a un lado la idea de la segunda parte y centró su atención en Paul.
Manouk Akopyan es redactor principal de The Ring. Síguelo en X e Instagram: @ManoukAkopyan.