Gervonta Davis ha saboteado su carrera una vez más.

La semana pasada, Courtney Rossel, la exnovia de Davis, presentó una demanda civil acusando a Davis de agresión agravada, detención ilegal, secuestro e imposición intencional de angustia emocional.

La situación llevó a Most Valuable Promotions a cancelar la pelea entre Davis y Jake Paul, que estaba programada como una exhibición en Netflix en Miami. El presunto incidente incluso llevó a Paul a llamar a Davis un “pedazo de basura humana andante”.

Davis (30-0-1, 28 nocauts) está ahora fuera de acción, ya que su falta más reciente ha salido a la luz. El campeón mundial de peso ligero de la AMB ha insinuado su retiro durante el último año y ha hablado abiertamente sobre cómo su pasión por el boxeo se ha desvanecido mientras lidia con sus diversos problemas personales.

El excampeón y miembro del Salón de la Fama convertido en promotor, Óscar De La Hoya –quien trabajó con Davis cuando “Tank” noqueó a Ryan García en 2023– no puede determinar con certeza qué le depara el futuro al artista del nocaut de 31 años oriundo de Baltimore.

“Es un gran peleador y uno de mis favoritos dentro del ring. Fuera del ring, por alguna razón, se mete en problemas”, dijo De La Hoya a los periodistas. “No estoy seguro de por lo que está pasando. Si está atravesando algo, le deseo lo mejor y espero que vuelva al buen camino. Este es un deporte duro que afecta tu mente y te jode. …

“No sé realmente si él quería esta pelea, y una exhibición. No sé si eso está en la naturaleza de Tank. Sí, habría sido una gran paga y mucha exposición, pero no habría hecho nada por su legado. ... ¿Quién sabe si volverá a pelear alguna vez? Espero que sí. Quiero verlo contra los mejores, en las peleas que los fanáticos quieren ver. Es un plus para el deporte. Realmente deseo que se recupere.”

Davis ha peleado solo cinco veces en los últimos tres años y medio y ha estado inactivo desde su controvertido empate mayoritario contra Lamont Roach Jr. en marzo.