TOKIO — Fernando “Puma” Martínez sobrevivió a una caída y logró retener su título mundial supermosca de la AMB en una dura revancha ante el japonés Kazuto Ioka, celebrada en el Ota City General Gymnasium de Tokio.

Las tarjetas reflejaron el drama de la pelea: 114-113, 115-112 y 117-110, todas a favor de Martínez. El combate fue transmitido en vivo por Abema TV en Japón.

En julio pasado, Martínez (18-0, 9 KOs) sorprendió a Ioka (31-4-1, 16 KOs) en el Ryogoku Kokugikan al unificar los títulos AMB y FIB del peso supermosca por decisión unánime. No obstante, desde entonces, quedó latente la posibilidad de una revancha, especialmente porque una de las tarjetas en aquel combate le otorgó a Martínez todos los asaltos de manera polémica.

A finales de octubre, Martínez dejó vacante el cinturón de la FIB, al haber sido ordenado a enfrentar al retador obligatorio Willibaldo García. En su lugar, priorizó una lucrativa revancha ante Ioka, esta vez en la ciudad de Ota.

El combate originalmente estaba programado para cuatro días antes de Navidad, pero fue cancelado en el último momento debido a una enfermedad de Martínez, quien no participó en ninguna de las actividades previas a la pelea.

Diez meses después, finalmente ambos volvieron a verse las caras en un esperado segundo capítulo. Ioka hizo su entrada acompañado por el artista japonés de hip-hop AK-69 y flanqueado por su legendario entrenador Ismael Salas, en lo que muchos suponían podía ser su última aparición en el ring. Martínez, envuelto en un poncho con los colores de Argentina, caminó hacia el cuadrilátero con la seguridad del que ya ha salido victorioso en territorio hostil.

Al igual que en su primer duelo, fue el argentino quien impuso el ritmo desde el inicio, conectando potentes combinaciones al rostro y al cuerpo mientras avanzaba con determinación. Ioka, sin embargo, logró responder al final del primer asalto con un certero gancho de izquierda sobre el cruzado derecho de su rival.

El gancho de izquierda continuó siendo clave para Ioka en el segundo asalto, atrapando a Martínez en plena ofensiva con la guardia baja. Aun así, el visitante conectó un potente recto de derecha y un uppercut por dentro que claramente sacudieron al japonés.

Ya en el tercer round, Ioka parecía haber descifrado el frenético ritmo de Martínez. Apostó por trabajar al cuerpo cuando los contragolpes a la cabeza no llegaban con claridad. Hacia el final del asalto, Ioka tuvo su mejor momento hasta ese instante, estremeciendo a Martínez con una poderosa derecha. Sin embargo, el argentino respondió con un gancho de izquierda de gran impacto.

El cuarto round fue una guerra, con ambos conectando golpes venenosos: Martínez desde el avance constante; Ioka, con efectivos contragolpes. En el quinto, Martínez tuvo su mejor momento, castigando con golpes curvos a los costados de Ioka, quien buscaba refugio en las cuerdas. Cerró ese asalto con otra derecha clara al rostro del local.

En el sexto, Martínez encontró una nueva apertura y desató una ráfaga que pareció lastimar a Ioka contra las cuerdas. Sin embargo, cuando intentó cerrar el espectáculo, Ioka respondió con lo suyo, haciendo retroceder al argentino. Luego, en el centro del ring, Ioka conectó una combinación limpia de uno-dos, generando más intercambios espectaculares.

A pesar de tener solo tres años menos que Ioka, la energía de Martínez le permitía arrancar los asaltos con mayor ímpetu. Pero al final del séptimo, el desgaste empezaba a notarse. El castigo al cuerpo comenzaba a hacer efecto, y desde su rincón ya se veían respiraciones profundas con la boca abierta antes del octavo.

El octavo fue más favorable para Martínez, quien lo ganó por volumen de golpeo. Pero tardó en salir para el noveno, recibiendo agua mientras Ioka ya estaba listo. Aun así, el argentino volvió a morder el protector bucal y cargó al frente con golpes de poder ante un Ioka que no daba un paso atrás.

Las señales de fatiga regresaron antes del décimo. Pero nuevamente, Martínez salió como si su título dependiera de ese asalto. Hasta que todo cambió: en medio de un feroz intercambio, Ioka conectó un par de ganchos de izquierda demoledores que enviaron a Martínez a la lona por primera vez en 22 asaltos entre ambos.

Llegó el momento de los rounds de campeonato.

Ioka empezó el undécimo con un jab efectivo, sabiendo que dos asaltos limpios podrían darle el triunfo. Martínez hizo todo lo posible por recuperar terreno tras la caída, pero sus piernas lucían pesadas y la confianza del japonés se había disparado.

Ambos dieron todo en el duodécimo y último asalto. Martínez volvió a conectar los golpes que le habían dado éxito en los primeros asaltos, mientras que Ioka respondió con precisos contragolpes de izquierda y derecha. A falta de 40 segundos, los dos guerreros se miraron fijamente, Martínez asintió con la cabeza, y se desató una auténtica guerra para cerrar otra potencial “Pelea del Año 2025.”

La espera por las tarjetas fue tensa. Pero el veredicto favoreció a Fernando Martínez, quien volvió a salir victorioso del Japón. Ioka, visiblemente devastado y con lágrimas al abandonar el ring, levantó la mano de su rival en señal de respeto tras haber compartido 24 asaltos de combate brutal e implacable.