Erickson Lubin lo necesitaba.
Antes de subir al ring contra el también zurdo Ardreal Holmes, el oriundo de Orlando, Florida, prometió demostrar que estaba en otro nivel. Le costó un poco, pero misión cumplida.
Lubin, quien derrotó a Holmes en su última pelea como amateur, cumplió el objetivo el sábado en el Silver Spurs Arena en Kissimmee, un suburbio de Orlando, al ganar por detención en el undécimo asalto en una eliminatoria de peso superwélter de la FIB.
La falta de agresividad de Holmes fue dolorosamente evidente desde el primer asalto. Lubin, de forma similar, comenzó bastante apático. Caminó hacia el centro del ring, amagó y en su mayoría adoptó posturas. La acción entre ambos fue escasa y eso continuó en el segundo asalto.
Holmes (17-1, 6 nocauts) lanzó un jab tenue, pero realmente no se comprometió con sus golpes. Lubin permitió que esos golpes inofensivos rebotaran en sus guantes y siguió avanzando. Cuando se acercó lo suficiente, soltó las manos contra su oponente más alto.
Los asaltos intermedios tampoco produjeron mucha acción. Los fanáticos abuchearon con fuerza con la esperanza de motivarlos a hacer más. Eso no funcionó.
En el octavo, Holmes sabía que estaba abajo en las tarjetas. Sus esfuerzos no aumentaron en consecuencia, pero continuó lanzando jabs arriba y abajo. También hizo lo posible por contragolpear. Ninguna de sus tácticas funcionó, ya que Lubin se ajustó y avanzó con una guardia alta.
Una vez que el peleador de 29 años se dio cuenta de que Holmes no tenía nada para ofrecerle, intensificó su ataque en los asaltos de campeonato. En el décimo, Holmes se mostró desordenado. Su jab estaba ausente y Lubin (27-2, 19 nocauts) aprovechó al máximo.
La pelea llegó a su punto culminante en el penúltimo asalto. Lubin derribó a Holmes con una ráfaga contra las cuerdas, rematada con una potente izquierda. Holmes logró ponerse de pie, pero el combate fue detenido cerca de la marca de los dos minutos, cuando estaba a punto de caer nuevamente.