LAS VEGAS — Eric Priest comenzó el año prometiendo ser un rostro nuevo y fresco para la división de peso mediano.

El fin de semana pasado, Priest (16-0, 8 KOs) dio otro paso hacia el cumplimiento de su potencial al mostrar más dimensiones en su boxeo y vencer claramente al veterano resistente Luis Arias (22-5-1, 11 KOs) por decisión unánime en el Virgin Hotels.

“Fue una pelea dura y desordenada. No fue bonita, pero teníamos que hacer el trabajo”, dijo Priest. “Estuve marcando el ritmo durante toda la pelea. No levanté el pie del acelerador ni una vez. Le permití soltar algunas combinaciones, pero eso fue porque estaba tratando de encontrar su ritmo y tiempo. Era duro y muy experimentado. Lo lastimé temprano, y me di cuenta de que estaba tratando de cansarme para luego ir con todo contra mí.”

Arias llegó al combate habiendo vencido al ex campeón unificado de las 154 libras Jarrett Hurd en 2021, empatado por decisión dividida contra Gabriel Rosado, y sufrido derrotas ante Daniel Jacobs y Erickson Lubin.

Finalmente, Arias le brindó a Priest la experiencia valiosa que necesitaba para seguir sumando victorias mientras busca cerrar la brecha de experiencia con miras a una posible pelea por el título.

“Aprendí muchísimo en esta pelea. Estoy aquí”, dijo Priest. “Estoy listo para enfrentar a algunos de esos boxeadores del top 10. Estoy en ese siguiente nivel para enfrentar a quien sea. Rara vez me doy una A. Fue una actuación de B más. Tengo que darme un poco más de crédito del que suelo darme. Solo quiero mejorar. Cumpliré 27 años al final de este año y apenas estoy entrando en mi mejor momento. Tengo las habilidades, la velocidad, la potencia y los dones, y ahora necesito unir todo eso.”