CIUDAD DE QUEBEC, Canadá – Mensaje recibido.

El contendiente supermediano Christian Mbilli no necesitó más de dos minutos y medio para enviar un claro mensaje al mundo del boxeo. En el Centre Vidéotron de Quebec, el peleador de Montreal despachó con contundencia a Maciej Sulecki con un uppercut demoledor al rostro que terminó la pelea a los 2:28 del primer asalto. Corto, directo y efectivo.

Mbilli (29-0, 24 KOs), clasificado N°1 del mundo por The Ring en las 168 libras, celebró su victoria mientras su promotor, Camille Estephan, aprovechó la conferencia de prensa posterior para insistir en que su peleador merece la pelea más grande de su carrera: un combate frente a Saúl “Canelo” Álvarez.

“Solo hay un verdadero, oficial y claro retador para Canelo, y es este hombre,” afirmó Estephan. “Esta actuación lo dice todo. Siempre cumple.”

Mbilli, quien también se adjudicó el título interino del CMB con esta victoria, venía de un periodo frustrante. No peleaba desde hace diez meses, cuando venció al ex retador Sergey Derevyanchenko en el mismo recinto. Aunque ganó ampliamente por decisión, algunos críticos señalaron que no logró imponerse ante un rival que peleó la mayor parte del combate con una sola mano.

Lo que pocos sabían es que Mbilli también sufrió una lesión en el brazo que requirió cirugía posteriormente. Aun así, obtuvo la victoria y luego enfrentó una larga inactividad.

“No tienen idea de lo difícil que fue encontrar a alguien dispuesto a pelear con él,” explicó Estephan, quien luego mencionó al invicto Diego Pacheco. “Ha estado corriendo. ¿Dónde está? Olvídense de Pacheco. No va a pelear con Christian.”

Pacheco (23-0, 18 KOs) explicó a The Ring que rechazó enfrentar a Mbilli en Quebec por motivos económicos. Pero para el entrenador Marc Ramsay, eso es solo una excusa.

“Se suponía que debía estar aquí esta noche,” dijo Ramsay.

Pacheco, quien ahora enfrentará a Trevor McCumby (28-1, 21 KOs) el 19 de julio en Frisco, Texas, fue duramente criticado por Mbilli después del combate.

“Yo sé que soy mejor que Pacheco. Tienen que dejar de hablar de él,” expresó Mbilli. “Me evitó dos veces. Dejen de darle crédito. No es boxeador, es un cobarde.”

Mientras tanto, Estephan continúa trabajando con un solo objetivo en mente: asegurarle a su pupilo una oportunidad contra Canelo Álvarez.

“Seguimos derribando muros, esquivándolos o saltándolos. Haremos lo que sea necesario,” dijo.

Pero primero, Canelo deberá vencer a Terence Crawford el 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas, donde defenderá sus títulos AMB, CMB, FIB, OMB y The Ring del peso supermediano. Incluso se ha sugerido que Mbilli podría formar parte de esa misma cartelera o de otra durante la Riyadh Season en otoño.

“Ya veremos,” comentó Ramsay. “No me preocupa el próximo combate. No mostró señales de lesión. Lo que pusimos en esta preparación fue intenso: empezamos el 1 de febrero. Es mucho esfuerzo en el gimnasio. Ahora necesita un pequeño descanso. Hablaremos con Christian y planificaremos nuestro próximo paso.”

Aunque Mbilli es oficialmente campeón interino, para su equipo eso es un detalle menor.

“Interino no significa nada,” insistió Estephan. “Este hombre es campeón mundial, lo demás es política. Los fanáticos ya están pidiendo a Mbilli. Quieren verlo contra Canelo. Ahora mismo, la pelea es Canelo-Crawford. Con respeto para ambos, pero nosotros tenemos al verdadero retador.”

Y después de su brutal victoria sobre Sulecki, pocos pueden discutir que Mbilli es, al menos, el más legítimo contendiente disponible si Canelo retiene su corona.