Hamzah Sheeraz podría necesitar una victoria más antes de ponerse al frente de la fila.
Sheeraz (22-0-1, 18 KOs) apenas rompió a sudar contra
Edgar Berlanga a principios de este mes, logrando
una victoria por nocaut en el quinto asalto contra el exdesafiante al título de peso supermediano para encabezar el show de pago por visión Ring III desde el Louis Armstrong Stadium de Nueva York.
Antes del triunfal debut de Sheeraz en las 168 libras, el presidente del WBC, Mauricio Sulaiman, anunció que su enfrentamiento sería un eliminatorio final.
Algunos estaban bajo la impresión de que esto significaba que Sheeraz se convertiría ahora en el retador obligatorio para el titular Canelo Álvarez, una creencia reforzada por el jefe de la Temporada de Riyadh, Turki Alalshikh, quien declaró que Canelo-Sheeraz tendría sentido a principios de 2026.
Álvarez se está preparando para su próximo enfrentamiento con Terence Crawford el 13 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas. Mientras tanto, el contendiente de 1.91 metros había sido llevado a creer que su victoria de carrera había sido suficiente para conseguir una oportunidad ante el ganador de su megapelea, pero Sulaiman reveló recientemente que la victoria por detención de Sheeraz lo colocó en línea para enfrentar a otro rival.
“Tuvimos una eliminación final con Sheeraz contra Berlanga, y Sheeraz ganó, así que se ganó el derecho de pelear contra [Christian] Mbilli”, le dijo Sulaiman a Matt de Brunch Boxing.
El contendiente francés radicado en Montreal,
Christian Mbilli, obtuvo
el título interino de peso supermediano del WBC el mes pasado contra Maciej Sulecki, sin perder tiempo en su camino hacia un final en el primer asalto.
Hay una larga fila esperando su oportunidad por el título mundial, y Sulaiman está intentando manejar la situación lo mejor posible desde la perspectiva del WBC.
Aunque considera a Mbilli y Sheeraz contendientes dignos, para despejar el atasco, hay un deseo de que se enfrenten y de que el retador más merecedor sea indiscutible, algo similar a lo que
se propuso con Mbilli-Diego Pacheco a principios de este año, aunque sin éxito.
“Queremos construir una pelea tremenda para tener un retador obligatorio para el campeón indiscutido”.