Si has visto a
Jaron Ennis en la noche de pelea —o incluso fuera del campamento de entrenamiento—, una cosa salta a la vista: su impresionante físico musculoso.
Tanto los aficionados como los medios llevan tiempo preguntándose cómo lograba dar el límite de 147 libras. Pero esos días ya son historia.
El pasado fin de semana, el boxeador de 28 años hizo su debut en el peso superwélter de manera fulminante, deteniendo en el
primer asalto a Uisma Lima en el Xfinity Mobile Arena de Filadelfia.
Aunque su promotor, Eddie Hearn, cree que será imposible de vencer en las 154 libras, está completamente convencido de que el mundo aún no ha visto la mejor versión de “Boots” Ennis.
“Creo que el peso perfecto para Boots son las 160 libras”, dijo Hearn a varios periodistas. “Creo que puede subir ahora mismo y estar en su pleno apogeo.”
El ex campeón unificado y de The Ring en el peso wélter solo piensa en grandes peleas, y lo dejó claro tras apenas sudar contra Lima.
En un escenario ideal, Ennis (35-0, 31 KOs, 1 NC) se enfrentaría a continuación a
Vergil Ortiz, antes de ir tras los campeones actuales de la división y los nombres más grandes del peso superwélter.
Según Hearn, Ortiz (23-0, 21 KOs) —actual campeón interino WBC— es su objetivo principal, siempre y cuando salga victorioso en
su duro compromiso ante Erickson Lubin el 8 de noviembre.
Independientemente del rival, Hearn confía plenamente en la estrella ambidiestra, aunque espera que el alivio físico que supondrá competir en una categoría superior le permita mantener su explosividad y agudeza.
“Aun así, estará ajustado incluso en 154 libras”, advirtió Hearn. “La gente piensa que cuando subes de peso, de repente todo se vuelve fácil, pero él es enorme.”