Los cara a cara a veces pueden parecer un tanto innecesarios. Claro, sirven para tomar buenas fotos y generar conversación entre los aficionados, pero poco más.
Daniel Dubois, con apenas 27 años, ya ha vivido varios de esos intensos intercambios de miradas con otros contendientes del peso pesado.
Hace tres semanas, antes de la conferencia de prensa, se le pidió mirar fijamente a
Oleksandr Usyk en la antesala de su revancha programada para el 19 de julio. Normalmente, ese tipo de momentos suelen incomodar a Dubois.
Pero esta vez fue diferente. No sintió animosidad hacia el ucraniano invicto. En cambio, sintió una especie de entusiasmo. ¿A qué se debe ese cambio de actitud?
Fácil: es difícil no sonreír cuando estás a una sola victoria de alcanzar tu máximo objetivo.
—Fue bueno ver al tipo contra el que voy a pelear —explicó Dubois a Sky Sports Boxing—.
—Me estoy preparando para quitarle todos sus cinturones. Estoy motivado y listo para pelear.
Ya posee el título de la FIB, pero Dubois (22-2, 21 KOs) quiere más: hay espacio en su cintura para los cinturones de la AMB, CMB, OMB y The Ring que Usyk (23-0, 14 KOs) ostenta actualmente.
Además, está en juego un lugar en la historia del boxeo. Todo se decidirá en el estadio de Wembley, el mismo escenario donde Dubois logró la victoria más importante de su carrera, en septiembre del año pasado.
Dubois ya tiene cierta experiencia con Usyk: se enfrentaron por primera vez en agosto de 2023. El británico, agresivo y directo, sigue convencido de que le robaron aquella noche, cuando Usyk cayó al suelo tras un golpe bajo en el quinto asalto.
Aunque su equipo ya no insiste demasiado en ese episodio, Dubois casi ha dejado de revivir esa noche en su mente.
A estas alturas, no tiene sentido seguir dándole vueltas. Tampoco quiere complicarse demasiado con planes o estrategias. Según él, cuanto más simple lo mantenga, mejor.
—Voy a ganar, así de simple —dijo Dubois con firmeza—.
—Le voy a reventar la cabeza y me voy a ir a casa con todos los cinturones. No puedo esperar más.