Lewis Crocker hará historia al protagonizar la primera pelea de título mundial entre dos irlandeses
cuando enfrente a Paddy Donovan por el cinturón wélter de la FIB este sábado en el Windsor Park de Belfast.
Con ello mantendrá viva la tradición familiar de figurar en combates de gran relevancia cultural, siguiendo los pasos de su hermana Alanna Nihell (de soltera Audley-Murphy), protagonista de una noche inolvidable de Halloween en 2001.
Aquel día, Alanna se midió nada menos que a
Katie Taylor, quien años después se convertiría en profesional tras conquistar cinco títulos mundiales amateur y un oro olímpico. Taylor, hoy campeona indiscutida en dos divisiones, siempre recuerda esa pelea contra Nihell como una de las más importantes de su carrera.
El duelo fue histórico: la primera pelea femenina sancionada en Irlanda.
Casi un cuarto de siglo después, su hermano menor Crocker asume el escenario central en otro momento clave para el deporte irlandés.
“Estoy muy orgulloso de que la primera pelea mundialista entre dos irlandeses sea en Belfast”, dijo Crocker. “Katie Taylor y mi hermana mayor Alanna fueron las primeras en disputar una pelea femenina sancionada en Irlanda, así que nuevamente se está escribiendo historia. Me llena de orgullo.
Yo era solo un niño cuando ocurrió esa pelea. Entré al boxeo por mi hermana Alanna, así que es genial continuar este camino. Ahora ella es entrenadora, el boxeo sigue en la familia.
Este evento significa el mundo para mí y mi familia. También lo significa para Belfast. Tener otro campeón mundial en Belfast sería excepcional y daría a otros boxeadores la oportunidad de pelear en carteleras grandes. Ser campeón mundial sería un sueño”.
En su primer enfrentamiento, Crocker estaba claramente detrás en las tres tarjetas
cuando Donovan fue descalificado de manera polémica por derribarlo justo después de la campana que cerraba el octavo asalto. Por eso, el púgil de Belfast llega como claro no favorito en la revancha contra el hombre de Limerick.
Sin embargo, se le planteó a Crocker que, si da la sorpresa y se proclama campeón mundial FIB, se convertirá de inmediato en el abanderado del boxeo en la isla.
“Es una locura pensarlo, porque siempre fui el chico en las gradas viendo esas peleas”, confesó. “Ser el portador de la antorcha sería irreal, pero de eso se trata. Para eso entras al boxeo, para llegar a estas posiciones. Significaría el mundo para mí”.