El domingo, Junto Nakatani confirmó lo que muchos ya sospechaban al detener a su compatriota Ryosuke Nishida: no solo es el mejor peso gallo del mundo, sino también uno de los peleadores más destacados del boxeo actual, punto.

Nakatani entró al combate con su título del CMB en juego, pero salió del cuadrilátero con el campeonato vacante de The Ring y el cinturón de la FIB que pertenecía a su oponente, tras castigar a Nishida hasta obligar al réferi a detener la pelea al finalizar el sexto asalto.

El entrenador de Nakatani, Rudy Hernández, dio instrucciones claras: quería a su pupilo más agresivo de lo habitual, revelando que habían trazado un plan de combate para presionar a Nishida desde el inicio.

“Tomamos la decisión de intentar noquearlo en el primer asalto, lo atacamos de entrada y mantuvimos la presión, y dio resultado,” declaró Hernández. “Junto hizo el trabajo.”

Aunque se ha especulado sobre una posible subida de Nakatani a las divisiones de peso supergallo e incluso pluma, su entrenador no parece tener prisa.

“Junto dio el peso sin problema y se vio fuerte haciéndolo.”

Se pueden trazar paralelismos entre la dupla Hernández-Nakatani y el vínculo especial que unió a Manny Pacquiao con Freddie Roach.

Mientras Pacquiao fue inducido este fin de semana al Salón de la Fama en Canastota, Nakatani fortaleció su futuro legado con la que, en el papel, era su prueba más exigente hasta la fecha.

Al igual que aquel dúo explosivo, Hernández trabaja para posicionar a su peleador más alto en las listas libra por libra.

“Le pedí a Junto que atacara desde el primer asalto, que lo sorprendiera, que lo golpeara con fuerza, para que supiera que estaba en una pelea de verdad y para mostrar por qué está entre los mejores diez libra por libra,” afirmó Hernández. “Ser considerado uno de los mejores diez del mundo conlleva mucha responsabilidad.”

Una postura admirable por parte de Hernández, quien impulsa a su boxeador a ofrecer actuaciones que mantengan al público al borde de sus asientos. En tiempos recientes, hemos visto a otros nombres como Canelo Álvarez, Devin Haney y Ryan García no estar a la altura de las expectativas, limitándose a cumplir con el trámite.

Aunque aún es temprano para definir lo que sigue, Hernández espera mantener a su pupilo activo.

“Si fuera por mí, volvería a pelear en tres meses,” comentó. “Pero esa no es una decisión que me corresponda tomar.”