Desde el principio, Derek “Bozy” Ennis ha sido admirador de
Terence Crawford. Pero tras el último logro del rey libra por libra, su nivel de respeto alcanzó nuevas alturas.
Considerado ligero favorito en las apuestas antes de su combate del 13 de septiembre contra
Canelo Álvarez en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Crawford (42-0, 31 KOs) demostró que pelear en las 168 libras no representaba ningún problema.
Durante 36 minutos, Ennis observó con atención cómo el oriundo de Omaha, Nebraska,
boxeaba, se movía y dominaba a su antojo rumbo a una victoria por decisión.
Ahora, tras convertirse en el primer boxeador masculino en ser campeón indiscutido en tres divisiones distintas, Ennis cree que Crawford ya tiene un lugar asegurado entre los mejores de la historia.
“Terence puede pelear y puede boxear,” dijo Ennis a YSM Sports Media. “Se arriesga, y así es como se llega a la grandeza. Creo que es grandioso. Es uno de los más grandes de todos los tiempos.”
Ennis esperaba que Crawford aceptara enfrentarse a su hijo, el ex campeón unificado del peso wélter y actual contendiente superwélter
Jaron Ennis, aunque por ahora eso parece solo un sueño lejano.
Por el momento, su hijo se centrará en su próximo rival,
Uisma Lima, mientras Crawford decide su siguiente paso.
Pero antes de que Crawford cierre oficialmente su breve rivalidad con Álvarez (63-3-2, 39 KOs), el veterano entrenador sigue repasando mentalmente aquella histórica noche de septiembre, maravillado por la actuación del estadounidense.
“Ganó casi todos los asaltos,” afirmó Ennis. “Podrías darle a Canelo dos, pero nada más que eso. Terence es grande.”