Ben Whittaker cree que está en una posición ideal para lanzarse de lleno hacia la élite de la división del semipesado.

Whittaker (9-0-1, 6 KOs) ha recibido tanto elogios como críticas durante tres años agitados como profesional, pero en los últimos seis meses ha dado la sensación de que el medallista de plata olímpico en Tokio 2020 ha comprendido que su talento natural necesita estar respaldado por bases sólidas.

Primero, el peleador de 28 años nacido en Birmingham decidió trasladar su campamento de entrenamiento a Dublín y unirse al creciente establo de Andy Lee.

El enfoque relajado y con sentido común del ex campeón mundial mediano de la OMB parece haber hecho clic con Whittaker. En abril pasado, Lee sacó una actuación eficiente y profesional de su pupilo, cuando éste despachó a Liam Cameron en dos asaltos en la revancha que puso fin de manera concluyente a su inesperada rivalidad.

Esa actuación ayudó a convertir a algunos escépticos nuevamente en creyentes y, tras la expiración de su contrato promocional con Boxxer, Whittaker decidió que la mejor forma de capitalizar ese impulso era firmar un acuerdo a largo plazo con Matchroom Boxing.

Whittaker no ha tenido el camino sencillo que disfrutan muchos talentos surgidos del boxeo amateur, pero cree que las distintas pruebas y dificultades lo han preparado perfectamente para lo que viene.

“Solo llevo diez peleas, pero he aprendido mucho, y lo bueno es que he tenido muchos altibajos en esas diez. Creo que esa pequeña experiencia que he ganado me llevará lejos en mi carrera,”

dijo Whittaker en el programa Flash Knockdown de Matchroom.

“En el boxeo amateur lo hice todo: medallas mundiales, europeas, olímpicas… pero nada se parece al boxeo profesional. Creo que ya estoy listo para ello.

“La actividad es la clave. Necesito seguir en el ring. Ahí es donde realmente aprendes y donde llegan las grandes actuaciones. Así que para mí, tener un año activo será clave, y ojalá sea un gran año.”

El perfil carismático y los destellos espectaculares de Whittaker hacen que muchos aficionados ocasionales asuman que está más avanzado en su desarrollo de lo que realmente está, y pronto surgirán exigencias para verlo frente a oponentes más duros.

Matchroom, sin embargo, no lo ha firmado para lanzarlo de inmediato a una prueba de alto riesgo que defina su carrera. El plan es construirlo, emparejarlo y desarrollarlo gradualmente hasta que, cuando llegue la oportunidad de disputar un título mundial, esté preparado no solo para ganarlo, sino para mantenerse en ese nivel por mucho tiempo.

Whittaker considera que ya se encuentra en ese punto, pero ha adoptado por completo el plan que Matchroom tiene para él y confía en su nuevo equipo para guiarlo paso a paso hasta esa posición.

“Sinceramente, si me preguntas a mí, o si le preguntas a Andy lo que estoy haciendo en el gimnasio, estamos listos ahora,” dijo.

“El boxeo profesional es un negocio. Para mí, se trata de hacer lo que debo hacer en el gimnasio, y dejar que Eddie [Hearn], mi mánager Freddie Cunningham y Frank Smith se encarguen del resto. Y aquí estamos.”